•Capítulo 3

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Misión y recompensa.

18 de agosto del 2021 «Actualidad».

Magnus

La cede de Kriminelle Armee está desolada. Eso activa mis alarmas, Rosenblum me pidió venir.

Tengo un arma en la mano, una granada, una daga, y una bomba de humo.

«Nunca ando desarmado por lo mismo»

Sé de sobra que ésta organización tiene enemigos, más de los que contamos.

Las luces empiezan a fallar en el pasillo en el que voy.

Busco el D-11 y me lo coloco en la parte trasera del cuello, y lo activo.

No sigo en esa dirección sino al contrario.

Busco las escaleras y subo rápido, estando alerta.

Mis sentidos actúan cuando veo una sombra moverse. Sus pasos siguen, y entra a la oficina central.

Me apresuró a llegar a la puerta con discreción. No se oye nada dentro.

Decido atacar quienes sean que están dentro.

Activo la bomba de humo y pateo la puerta apuntando a los que le dificulta la vista el humo gris.

Rompo una lámpara decorativa con un tiro para que cesen lo gritos que se han formado.

—¿En verdad piensan que a mí me gustan éstas porquerías de fiestas sorpresas?—pronunció fuerte y claro dirigiéndome a todo el gentío que está aquí, sea de civil o uniforme de pila militar.

—Sólo queríamos sorprenderte por tu cumpleaños—sale en defensa Müller.

—Pues, me importa una mierda si querían o no—me mira neutro— ¡Salgan todo, no quiero ver a nadie aquí, y quítense ese ridículo gorro de fiesta!—me dirijo a todos y ellos obedecen y se van.

—Supuse que te agradaría, nunca celebras tu cumpleaños, y pensé que está sería una gran ocasión.

—Supones mal, Müller. Sabes que mi cumpleaños no me agrada celebrarlo en lo absoluto.

Desvía la mirada y recompone la postura.

—Lo intenté.

Me pasa por un lado y se va.

Salgo yo también después de unos segundos para ir a mi oficina. Me palpitan las sienes por la rabia.

Me pongo a hacer a lo que venía principalmente, luego del llamado de Rosenblum.

Busco coordenadas, pienso estrategias, y formuló y plan.

«Una misión para tomar el armamento que viene en busques en el puerto»

Llamó a Lucette, mi asistente, para convocar reunión en la oficina central.

A los quince minutos ya todos están su lugar. Entró.

—Caballeros, tengo una misión que llevar a cabo hoy a la media noche, ni un minuto más ni un minuto menos—explicó— Hoy a esa hora en el puerto Willem se descargarán dos busques, que le pertenecen a Asmil Hansen, quién tenemos que llevar a asociarse con nosotros. Éste será el primer robo. No dejaremos rastros. Habrá próxima vez, y quedará mal con sus socios aquí en Alemania, se verá contra la espada y la pared y tendrá que pedir nuestra ayuda que será más beneficiosa para nosotros que para él. Llevando a cabo ésto podremos expandir el Kriminelle Armee a otros continentes.

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