Ex's & Oh's [Hazbin Hotel]

Acto 3

"... Hey, hey, until I made my getaway

One, two, three, they gonna run back to me

'Cause I'm the best baby that they never gotta keep... "

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Estar con Stolas era como estar metido en una de esas película cliché en la cuales la protagonista pasa de vivir en la calle a una lujosa mansión. Literalmente.

Stolas era todo un caballero, no lo podía negar, pero cuándo nadie más miraba tenía una lengua muy filosa, pero eso a Anthony no le molestaba, porque le excitaba que le hablaran sucio. Era de esas prácticas que no salía decirle a cualquiera, pero que cuándo se daban, hacían a su corazón latir con fuerza.

Por ello, cuándo Stolas le enseñó un poco de lo que a él le gustaba, no dudo en sumergirse de lleno en toda esa nueva experiencia.

Anthony se consideraba el tipo de persona que no practicaba nada con lo cual no se sienta cómodo y el sadomasoquismo era una de esas cosas, pero de alguna manera, Stolas lo convenció para intentarlo.

Y sin saber porqué o cómo, comenzó a disfrutar el desastre que Stolas hacía con él, desde algo ligero hasta algo que cualquiera podría considerar medieval.

Durante semanas estuvo totalmente absorto en la vida que Stolas le daba que por completo se olvidó de Husk y que no había roto compromisos con él.

Aunque realmente poco le importo, quizá el tipo le estaba insultando tanto que hasta sus ancestros escucharán o quizá simplemente se había conseguido alguien más; después de todo, el único que en parte se había encariñado fue él.

Stolas con el paso de los meses se convirtió en alguien muy importante en su vida, la ayudó a mejorar en su carrera, a crecer en su mundo y a redescubrir su propio cuerpo.

Y todo hubiera sido jodidamente perfecto para él, si no hubiera pasado nada ese fatídico día.

Anthony sabía que quizá Stolas estaba desarrollando un sentimiento más allá de un simple amigos con derechos, aunque entendía que el concepto podría distorsionarse un poco, no pensó que la idea que tuviera Stolas sobre la relación llegará hasta el punto en el cual, le propusiera matrimonio.

Fue un shock total para él y simplemente no lograba entender en qué momento se le había pasado por la cabeza a ese elegante y orgulloso hombre que algo como eso siquiera era posible.

Estaba siendo objetivo, el tipo ni siquiera le había pedido salir formalmente con él, solo era sexo extraño rodeado de pequeños regalos lujosos, sin ningún compromiso más allá que el de sus cuerpos juntos.

Por lo que cuando la propuesta llegó a él, no dudo ni un segundo en rechazarla e intentar cortar todos lazos con él. Le doliera al mayor o no.

Sin embargo, Stolas resultó ser más persistente de lo que creyó, y se recordó que para futuras referencias, debía de guardar la información personal mejor de lo que lo había hecho con Stolas.

Este le pidió, rogó e imploró que no lo dejará, que las cosas podían volver a como fueron una vez, pero Anthony estaba decidido a que las cosas debían terminar. Por la sanidad mental de ambos, primordialmente.

Por lo que con todo el dolor del mundo renunció a su trabajo que tanto le costó conseguir y salió del país casi furtivamente.

Sin saber a donde ir exactamente, terminó por ir a donde una vez se sintió seguro.

Con su querida amiga Cherri.