𝐀𝐃𝐀𝐏𝐓𝐀𝐂𝐈𝐎𝐍 | Jake y Heeseung eran buenos amigos, de hecho, ser "buenos amigos" era poco, en realidad eran mejores amigos, o al menos eso era hasta que Heeseung comienza a desear estar entre las piernas de la madre de su amigo, ¿realmente s...
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Park Jay siempre fue alguien demasiado atento con su familia. Pero en los últimos dos meses había estado demasiado estancado con el trabajo.
Esa misma noche llegó demasiado cansado, bueno no tanto, pero de verdad que lo único que quería obtener, es tener una buena noche con su sensual esposa, es decir, tener sexo. Para desestresarce.
— ¡Papá! — un cariñoso Jake aparece muy feliz.
Cosa que preocupo a Jay. Pues su hijo, no solía ser de ese modo.
— Hola, Jake, ¿tu mamá?
— Ella está arriba, esperándote desde hace un momento.
Jay sonrio de lado, sin duda su noche estaba yendo para bien. Comenzo a imaginar a Sunghoon con un nuevo conjunto de lencería o desnudo esperándole en la cama mientras gateaba de forma tan provocativa hacia la orilla de la cama, donde estaría él esperándola para tomarlo en un fogoso beso y entonces comenzaría algo que simplemente amaba.
Grande fue su sorpresa cuando entró a la habitación que compartían desde hace 10 años.
Hoon estaba completamente vestido, llevaba un pantalón holgado junto a un suéter grande, ocultando sus tan exquisitas curvas.
— Hola, ¿cómo te fue? — sin embargo lo recibe con un beso en los labios.
Jay le sonríe y lo toma de la cintura apegandolo hacia su cuerpo.
— Muy bien, mi amor, estoy muy cansado, ¿me puedes quitar el estrés? — Jay susurro a su oído mientras le daba una última mordida en su cuello sin llegar a lastimarla. Sunghoon aprovecharía para poder convencer a su esposo de la "extraña" proposición de su hijo.
La grande sudadera fue retirada por Jay y la deja a un lado, el guapo hombre sonríe de forma pícara, se desabrocha el pantalón para bajar su ropa interior y dejar al aire su, ya erecto, pene.
Hoon está únicamente con la ropa inferior, sus enormes pechos rebotan cada que dio un paso hasta quedar de rodillas frente a la grande polla de Jay, aquellas dos bolas de carne eran tan redondas que parecían dos melones grandes, la vista de Jay va desde los labios de su esposa hasta sus tetas.
El pene de Jay es metido entre esos senos que lo aprietan tan deliciosamente, Sunghoon le estaba haciendo una rusa.
— Como que últimamente te ha gustado hacerlas, ¿no? — dijo Jay sonriendo mientras se mordía el labio inferior.
— Pareces no quejarte.
— Haces todo bien, Hoon. No hay motivo por el cual quejarse.
Entonces comienza a subir y a bajar con el pene preso en sus senos, siendo mucho más apretado cuando su esposa tuvo la grandiosa idea de que sus manos juntaran mucho más sus pezones y Jay se sintió desfallecer cuando la lengua de Sunghoon chupó la cabeza de su polla.
Hecho su cabeza hacia atrás, disfrutando de aquel excitante momento.
El semen de Jay salio esparcido por toda su cara e incluso en sus senos. Sunghoon se atrevió a hablar, mientras seguía en su labor sin importar que su esposo esté por eyacular otra vez.
— M-Mierda, Sung. Eres tan perfecta.
— Amor, yo... quería ir a algún lugar.
Jay con los ojos cerrados por el placer, solo arquea una ceja.
— ¿A que lugar? Tu dilo. Ah. Y-Yo te lo cumplo, lo que tu quieras, mi amor.
— Quiero ir a Canadá.
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