Amor verdadero, nunca cumplido

8.Nueva mejor piloto

Que suerte que he podido venir a Madrid para estudiar con mis amigas. Ahora el problema es que si consigo algo bueno llega una desgracia multiplicada por mil.

¿¡COMO QUE UNA CARRERA DE MOTOS!?

Solo me falta ponerme a llorar de mis desgracias de verdad. ¿Tan difícil es ser un adolescente normal en un piso con sus amigas? Por qué putas tengo que meterme en líos hasta por respirar. Y lo peor, no puedo ni negarme a lo que me ha ofrecido el Mateo pito corto de mierda.

Estoy de camino a mi casa y detrás mía me sigue Seo-jun quien no se acerca mucho a mí ni me dirige la palabra por qué nota mi evidente frustración y enfado. En resumidas cuentas estoy a nada de matarme o matar a alguien ya que no puedo hacer nada para cancelar esa carrera de motos en la que YO tengo que participar. Bueno puedo trabajar para el Mateo de los cojones pero se nota que me tiene rencor por lo de "pequeña la tienes". Cómo está claro, no pienso trabajar para él porque lo más seguro es que me meta de prostituta en ese edificio de mierda, en resumidas cuentas tengo que ganar a su hermana en una carrera y yo no sé ni subirme a una moto sola.

Seo-jun acaba acercándose y se pone a mi lado para hablar y de lo frustrada que estoy ya ni me acuerdo de mi vergüenza con gente que apenas conozco

—Podría ayudarte.

—Ya me has ayudado y un montón de verdad que te lo agradezco pero no sé ni montar en una moto y empiezo la universidad dentro de tres meses.

—La carrera es dentro de 4 meses. Estos tres meses de vacaciones te puedo ayudar y el mes que empiezas la universidad puedes practicar viajando de tu casa al instituto.

—¿4 meses? ¿Y tú qué sabes si la carrera es dentro de 4 meses?

—Lo pone en el contrato. ¿No lo has leído?

Justo pasamos por una calle y hay un banco donde caigo rendida sentándome apoyando mis manos sobre mi rostro.

—No — Respondo frustrada

Seo-jun suspira y se sienta a mi lado.

—Te recomiendo que lo leas y lo firmes. A si al menos tendrás una oportunidad de no trabajar para Mateo.

—¿Fírmalo? ¿Cómo voy a firmar está mierda? Joder en qué lío me he metido.

Seo-jun parece intentar consolarme y de repente levantó la cabeza con una idea.

—¿Y si le denunció?

—Estás loca. Ni se te ocurra

—¿Por qué? Si este contrato es ilegal, al igual que todo el lugar ese.

—Abril no. Primero, como lo denuncies él tiene contactos a sí que te hará la vida imposible, esto no es nada comparado con lo que puede hacer. Y segundo, yo corro allí. Soy motociclista allí y me encanta, quiero ayudarte pero tampoco quiero que me quites mis carreras.

—Pero entiéndeme, me va a matar.

—No tiene por qué. Tenemos todo el verano para enseñarte. —Intenta animarme dándome palmaditas en la espalda. —Acabamos de empezar el verano por lo que no tienes ninguna preocupación.

—Si — le interrumpo. —Esta.

—Me refiero a exámenes.

Mientras el me intentaba convencer de que aceptase yo me negaba todo el tiempo durante todo el camino de vuelta a nuestra casa. Obviamente con el agobio que tengo encima paso de coger el ascensor, con forme subimos las escaleras al llegar a mi piso nos encontramos enfrente de mi puerta a mateo. Mierda ¿Qué coño hace este aquí? Y lo más importante ¿Cómo coño sabe dónde vivo?
Tanto como Seo-jun como yo nos tensamos y el rostro de Seo-jun cambia a una más amenazante. Él nota como me quedo paralizada del miedo así que para hacerme andar pasa suave mente si brazo por mi cintura para comenzar a andar conmigo.