10.Empiezo a cogerle el gustito a esto

82 3 0
                                    

Agarrada a la cintura de Seo-jun y con mi cabeza apoyada en su espalda pierdo la noción del tiempo y cuando menos me lo espera frena al llegar a un campo con una camino en círculo como si fuera un circuito de carreras. Me bajo a regañadientes ya que me encontraba muy a gusto. El lugar era muy bonito y me encantaría estar sentada haciendo una merienda, no montando en moto.

Me quedo mirándolo esperando que me diga que hacemos mientras se quita su casco y me lo da a mí.

—Más te vale aprender a montar hoy por qué eres tú la que nos va a llevar de vuelta.

—¿Estás de coña no?

Mi cara se vuelve pálida en un momento, me recuerda a un profesor de matemáticas que tenía que me encantaba pero en una sola clase dábamos la mitad del temario y eso no mola nada.

—Es broma. Madre mía te has puesto pálida.

—Tú quieres que me muera antes de subirme a esa cosa con ruedas.

—Eres una exagerada.

Me quedo observando el lugar que parece ser muy tranquilo y es perfecto para una acampada o para hacer algún picnic. De repente se me viene una imagen mía comiendo en un picnic mientras Seo-jun hace carreras con su moto. Sería un bonito momento. Pero mi sueño es interrumpido por Seo-jun.

—Este es el plan de hoy, te voy a explicar todo lo que debes saber de la moto. Lo vas a apuntar en notas y estate atenta que luego al final de la clase te voy a preguntar. —Bromea lo que me causa una sonrisa el ver que está intentando tomar esto como algo gracioso y no agobiante

—Solo diré que no soy muy buena en clases.

—¿En serio? Pero si pareces de las típicas calladitas que no molestan ni a las moscas.

Ja, como se nota que no me conoce.

—Pues mi tapadera parece ser que funciona.

Su sonrisa se extiende en su cara y juro por Dios que esa sonrisa es contagiosa por qué enseguida estoy sonriendo como una tonta enamorada.

Pero no lo estoy, el amor es para idiotas débiles

Empieza a explicarme cosas sobre la moto, partes de ella, el donde se encuentra, la velocidad... Pasamos a si un buen rato, ya ha pasado una hora o un poco menos y ni siquiera me aburro de escucharle hablar de motos. Con todo dicho y todo enseñado me propone montarme cosa que no estoy muy segura de aceptar.

—Como te has portado muy bien durante la clase de hoy. — Rió por su broma— Te montas para probar a una velocidad en la que yo pueda ir siguiendo te

—¿Como si fuera en bicicleta?

—Exacto.

Seo-jun sujeta la moto para que yo suba

—Uf, no sé yo. Es que de verdad que no me veo montada en eso.

—Vamos, voy a estar detrás tuya. No te va a pasar nada.

Una vez que estoy arriba de la moto mientras Seo-jun me sujetaba. Me indica de nuevo que tengo que hacer.

—Haber si me has escuchado. ¿Qué hay que hacer primero?

—Quitar la pata.

—Normalmente yo enciendo primero la moto pero no pasa nada. Haber hazlo.

Seo-jun sujeta mis caderas cosa que me hace sentir segura y consigo hacer lo que me dice. Con la patilla quitada y la moto encendida espero a que me diga la segunda indicación pero me doy cuenta que quiere ver si me acuerdo o no.

—¿Ahora aprieto esto?

—El clutch, muy bien.

Con estos pasos listos le doy al botón de encendido y Seo-jun me indica que ponga la primera marcha. Poco a poco voy soltando el clutch sin acelerar mientras que Seo-jun va detrás mía en todo momento sujetando levemente la parte de atrás para mí seguridad. La moto acelera a un ritmo al que Seo-jun puede seguir andando.

—Si llegó a caer ¿Caerías conmigo?

—No

—Jo, pues tocará hacer el ridículo.

—¿Acaso crees que te dejaría caer?

Una alegre sonrisa aparece en mi rostro cuando dice eso. Sin pensármelo ni un momento meto la segunda marcha para ir más rápido, con toda la confianza del mundo no voy muy rápido por qué Seo-jun sigue detrás mía pero le está costando cogerme el ritmo y antes de llegar a la curva freno. Bajo de la moto y le pongo la patilla para que no se caiga mientras Seo se pone a mi lado.

—¡Has visto! —Le digo emocionada — ¡Hoy he avanzado con la moto pero mañana de supero!

Seo-jun empieza a reírse de lo emocionada que estoy se podría decir que mis ojos hasta brillan de felicidad y estoy a nada de dar saltitos como un cachorrito.

—Puedo llevarte yo a casa. Venga sube que te llevo.

Mi emoción hace reír a Seo-jun quien me acaricia la cabeza cosa que me gusta por qué me encanta que me toquen el pelo o la cabeza, me relaja un montón. ¿Parezco un perro? Sí, pero es que me encanta es demasiado relajante.

—Gracias pero me apetece seguir viviendo. Pero ha estado muy bien para ser tu primera vez.

Después de unas cuantas risas nos ponemos en marcha para llegar a nuestro hogar. Cuando llegamos él me acompaña por las escaleras hasta la puerta de mi piso. Es más que obvio que ninguno de los dos se quiera separar por qué no paramos de conversar y me encanta. Con muy pocos tíos me muestro tal y como soy. Y esos tíos no han tenido mi confianza en tan poco tiempo. Según hablamos de mis gustos y los suyos se escucha el ascensor abrirse al piso de arriba, el de Seo-jun. Se escuchan risa de varios chicos y como tocan a un timbre. Seo-jun suelta un suspiró.

—Me parece que me tengo que ir ya. Mis amigos han llegado. —Jo, me lo estaba pasando demasiado bien.

—Vale, ¿nos vemos otro día?

—Si fuera por mi mañana te bajaba y nos íbamos a practicar también.

—¿Mañana no puedes? —Pregunto para ver si podemos seguir un poco con la conversación

—Tengo que correr contra un chico que a llegado nuevo a Madrid. —Explica él

—Ah, bueno pues que tengas mucha suerte.

—Gracias —Se despide de mí y se va hacia el ascensor.

Hay llama al ascensor y cuando se abre se gira para verme que a un no me he movido de mi sitio para decir:

—Si veo que el chico es muy malo. ¿Te apunto para que compitas con él? —Propone

—Uf, no sé yo...

—Vamos Abril, necesitas ganar dinero para una moto en condiciones.

—Pero solo si te ha sido fácil ganarle. —Acabo accediendo.

—Vale, si no es con ese te apunto con otro que es de los peores entre los pilotos. De hecho sigue siendo piloto gracias al dinero que tiene, por qué desde luego que no gana nada.

El ascensor se abre y Seo-jun se mete adentro yo le dedico una sonrisa antes de que se cierre la puerta y él me la devuelve. Saco las llaves y paso adentro donde en la casa solo se encuentra Ana tirada en el sofá durmiendo. Grito los nombres de las otras pero ninguna contestan confirmando que no están en casa a si que como me quedo sola decido hacerles la cena.

Termino de poner la mesa junto con los platos de fajitas y tortilla de espárragos en el medio de la mesa. Justo a tiempo por qué después de unos minutos con la cena la puerta se abre y entran las tres mosqueteras riéndose como hienas. Hemos terminado de cenar cuando nos estamos comiendo un helado y vemos una película que a mí sinceramente me encanta "culpa mía"

—Chicas hemos hecho una amiga mientras estábamos comprando en el centro comercial y ha sido un descojone total. Se han llevado tan bien con Emma que nos ha invitado a un botellón que van a hacer en el campo de su mejor amigo. —Nos explica Emilia a Ana y a mí

—¿O sea que nos vamos a ir de botellón?—Pregunto emocionada.

—Sí, es dentro de una semana. — termina de decir Emma.

Que increíble día he tenido hoy me lo he pasado de maravilla con Seo-jun y encima ya estamos haciendo amigos en Madrid.

Amor verdadero, nunca cumplidoDonde viven las historias. Descúbrelo ahora