~★𝐪𝐮𝐚𝐭𝐫𝐞★~

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Sábado, lindo día para despertar tarde, de no ser por los sonidos de la puerta de mi habitación siendo tocados una y otraves obligandome a levantarme de mala gana.
Me levanté aún con el rostro y pelo hechos un desastre y abrí la puerta de mi habitación.

¿Mamá habrá llegado más temprano del trabajo?

- ¡Hey, tú! ¡Estuvimos media hora tocando tu puerta, ya pensamos en que estabas muerto! - La voz chillona de Seungmin se hizo presente.

- ¡He traído café! ¡Levantate! -

Felix y Jeongin también entraron a mi habitación y se sentaron en mi cama a su gusto.

- ¿Que? ¿Como mierda entraron si la casa estaba cerrada con llave? - Pregunté algo confundido, aún somnoliento y aturdido por Seungmin.

- Estaba debajo del tapete de la entrada. - Sonrió Jeongin. - Eres muy predecible. -

- Tks.. perdón por no ser más inteligente. - Bufé algo molesto y tomé mi teléfono. - Son las 8:30 de la mañana ¿Que están haciendo tan temprano un sábado? -

- ¿Como que "que hacemos"? - Seungmin sonrió un poco. - Ayer, te vimos con señor amargado, estaban juntitos. -

- Oh.. eso. - Me sonrojé un poquito y mis amigos rieron al respecto.

- Si, y "eso" es lo que nos tienes que contar. -

- ¿Contar que? realmente no pasó nada fuera de lo común, solo hablamos un poco.- Dije queriendo evitar sus miradas sobre mi.

mis amigos soltaron risitas, era obvio que no me creían ni un poco.

Les pongo en contexto, después de hablar con Minho por unos minutos me sentí un poco más en confianza, sentí que era una persona muy honesta y realmente no tenía intenciones de juzgarme, me hacía muchas preguntas y coqueteos que me ponían nervioso, pero fuera de todo eso fue un poco agradable haber conversado con el.
Quitando el hecho que me regaló doce mil dólares en efectivo para mi inscripción, lo cual hasta ahora no podía creer, también me trajo hasta mi casa.

Si, el lo hizo.

Después de unas horas, mis amigos estaban un poco pasados de copas, la mayoría de los invitados de Minho se habían retirado hasta que quedamos solo nosotros. Mis amigos comenzaron a bailar a lo loco y beber, hasta cambiaron de música, lo cual según Chan era realmente raro ya que a Minho no le gustaba otras canciones que no sean la clásica, típica música aburrida, pero raramente estaba de buen humor y nos permitió darnos el lujo de hacer lo que queríamos durante el resto de la noche.

Luego me ofreció y traerme personalmente hasta mi casa, ya que mis amigos estaban muy borrachos que apenas se podían mantener de pie. Le agradecí con algo de pena, por suerte mi mamá trabajaba doble turno en el hospital, entonces no me vería llegar con un gran auto y preguntarme de quien era.

- Ahh~ Hannie, Hannie, tienes que aprender a mentir mejor. Pero enserio, cuenta que fue todo lo que pasó. - Habló Felix seriamente esta vez. - Te juro que parpadee y te vi con ese hombre, no se ni en que momento fue. -

- Bueno.. solo estuvimos hablando y.. bueno, digamos que me dio algo de dinero.- Mencioné algo nervioso, con una sonrisa leve.

- ¿Ah, si? ¿Cuanto? - Preguntó Seungmin, casi restándole importancia al asunto.

- Doce mil dólares. - Solté de repente y Jeongin por poco no escupia todo su café sobre mi alfombra.

- ¿¡Doce mil dólares!? ¿¡Solo hablando!? - Esta vez Seungmin respondió sin poder creerlo.

- No, esto no debe ser cierto.. ¿Acaso hiciste algún tipo de trato especial con ese hombre? -

Al momento que dijo eso, mis mejillas se colorearon rápidamente, negué con las manos una y otraves.

El muñequito de Lee  |Minsung| Adaptación Donde viven las historias. Descúbrelo ahora