El muñequito de Lee |Minsung| Adaptación

~★𝐐𝐮𝐚𝐫𝐚𝐧𝐭𝐞-𝐜𝐢𝐧𝐪★~

La nueva llegada del año fue increíble, muy agradable y llena de buenos recuerdos. Después de que Jisung haya sido presentado como pareja oficial de Lee y que se postularía como modelo varias agencias de modelaje le dieron sus ofertas, estaba sorprendido con la cantidad de personas que lo querían en sus empresas, todo gracias a un poco de la ayuda del mayor, que les llenó todo un currículum de las facciones y especialidades que poseía el menor, fue inclusive más rápido en conseguir patrocinadores.

Minho fue el encargado de revisar uno por uno las propuestas de trabajo, quería encargarse el mismo de que la zona de trabajo de Jisung sea un buen ambiente, que no le exigan tantas cosas como la dieta estricta, que no fueran sesiones peligrosas o pesadas, que las fotos fuesen dirigidas por un profesional, que tengan respeto, que sean amables con el y que no le quiten fotos para otras intenciones. Por eso mismo puso que quería que mujeres fueran encargadas de estar durante el set, para que se sienta más cómodo, Han se llevaba mejor con las mujeres, ya que compartían los mismos gustos y aparte que era un doncel tenía los mismos rasgos femeninos y la presencia de hombres mal intencionados siempre había, prefería evitar esas situaciones por el bien común, hace meses no mataba a alguien y quería seguir con su racha.

Al final encontró el indicado, una agencia de modelaje que ha tenido mucho éxito y ventas en revistas de moda, cumplía con todos los requisitos y sobre todo, Minho podría estar en el set mientras veía a Jisung, también ofreció ser mánager de su novio, para poder estar al pendiente de el y cuidarlo todo el tiempo, esto obviamente a cambio de bienes de sus empresas, entonces ambos agencias salían beneficiadas y tendría a Jisung feliz de poder realizar su sueños. Era sencillo, Han tendría sus clases en la universidad y eso ya lo tendría bastante ocupado, pero le ofrecieron trabajar unas dos horas y media en las fotos por semana, para no interrumpir sus clases, todo esto venía en el contrato hasta que el menor se sienta listo de enfocarse a más horas de trabajo, recordemos que Jisung no tiene tanta experiencia en modelaje, entonces tendría clases antes para poder realizarlo mejor. Lee fue muy exigente con las condiciones pero al final las agencias aceptaron con mucho gusto, era todo un sueño firmar tratos con el dueño de una de las empresas más famosas y exitosas de Corea, no iban a dejar pasar esta oportunidad.

Pero volviendo a lo importante..

Ahora mismo estaba la pareja en casa del menor, fueron a almorzar en casa de la madre de Jisung y Minho encantado aceptó, compró muchas cosas para su suegra, muchos viveres y electromecánicos como regalo, como era un tonto con dinero infinito no le importaba en lo más mínimo. Jisung le dijo que era una exageración de regalos costosos, pero a duras penas Minho se salió con la suya y terminaron enfrente de la casa de Olivia con una gran camioneta que traía todos los regalos. Minho sabía que la debilidad de las madres son los electrodomésticos y víveres, su madre fue una de esas y que mejor que hacer lo mismo por su suegra. Jisung tocó el timbre de la casa y su madre abrió, cuando los vió a ambos no dudó en sonreir y hacerlos pasar.

- Buenas tardes suegra, vinimos a darle un pequeño regalo. - Sonrió Minho mientras saludaba.

- ¡Hola, me alegra que hayan venido! Pasen, hace frío afuera. - Respondió la mayor.

Lo que más le gustaba de la casa de Jisung era que tenía un ambiente hogareño y de amor, si le hablabamos de esto hace meses atrás probablemente se rehusaría en entrar por no estar acostumbrado al ambiente, pero ahora ya le parecía normal y cómodo.

- Déjame traer los regalos. - Sonrió Minho nuevamente para levantarse, abrir la puerta y darles la señal a sus hombres para que bajen las cosas.

- ¿De verdad? No era necesario. - Dijo la señora Han amablemente mientras cerraba la puerta.

Jisung estaba riendo un poco al ver la reacción de su madre, unos hombres metían cajas enormes en la sala, muchos y muchos electrodomésticos fueron bajados y su madre estaba pasmada, no se imaginó que esto fuera el regalo de parte de su yerno. Una vez bajaron todas las cosas los hombres se despidieron y se fueron, dejándolos a los tres solos en aquella sala.