El muñequito de Lee |Minsung| Adaptación

~★𝐐𝐮𝐚𝐫𝐚𝐧𝐭𝐞-𝐪𝐮𝐚𝐭𝐫𝐞★~

El día de la visita a la empresa llegó demasiado rápido..

Minho había estado ocupado desde la mañana con asuntos de organización, pasarían año nuevo en la empresa, entonces debía de preparar lo mejor para la nueva llegada del año, entonces estuvo de un lado a otro con llamadas de empleados, decoradores, y los demás invitados a la fiesta. Estaba estresado, no dudó en sacar un cigarro y prenderla para calmarse, tenía una extraña manía de hacer eso cuando estaba demasiado ocupado, era una forma de mantenerse tranquilo, pero claro, eso no fue del agrado del rubio.

Jisung estaba haciendo brownies en la gran cocina de la mansión, quiso llevar algo a los invitados de Lee y que mejor que unos deliciosos brownies echos por el. Estaba tranquilo mientras el aroma de cigarrillos llegó a sus fosas nasales, era un olor algo desagradable, las primeras veces que la olio en Lee eran con un toque de perfume de hombre, algo que detonaba algo atractivo y dominante en su ser, pero después de olerlo tantas veces ya no le hizo gracia que Minho fumara tanto. Nunca dijo nada por que era algo que al mayor le gustaba, pero ahora si, después de fumar casi tres cigarros en unas solas horas se alarmó un poco y decidió hablarle.

Algo tímido dejó sus brownies en el horno y se quitó su mandil, para caminar hasta Lee que estaba mirando la nieve desde la ventana, recién colgando el teléfono y guardandolo en su saco. Le tocó el hombro cuidadosamente y el pelinegro giró un poco y sonrió al ver la bella cara de su amado.

- ¿Que sucede bebé? - Preguntó el alto al ver la cara algo nerviosa de Han.

- Yo quería pedirte algo.. -

- Dime amor, soy todo oídos. - Lo abrazó por la cintura, quedando cara a cara.

- Bueno.. es con respecto a los cigarrillos.. príncipe eso no es bueno para tu salud, siempre fumas más de lo debido y me preocupa un poco.. - Comenzó Explicándole el menor, esperando que Minho no se enfade con el.

Lee ladeo la cabeza un poco, la verdad no se había dado cuenta que el hecho que fumase era desagradable para el menor, al ver su cara algo nervioso y asustado lo hizo sonreír un poco.

- No tengas miedo de decirme lo que te disgusta de mi Jisung. - Dijo para tomar de su mentón con sus dedos y alzarlo un poco para quedar a centímetros. - Lo siento, no me di cuenta que el olor era molesto para ti.-

- ¡N-no es eso! No te pido que dejes de hacerlo, solamente modera un poco, me preocupa mucho que eso afecte tu salud en un futuro. - Negó Han rápidamente.

- Bebé, agradezco que te preocupes por mí, aveces me pongo muy estresado que necesito fumar, se que no es sano, pero lo dejaré de hacerlo si te hace sentir tranquilo.-

Lee sonrió un poco para quitarse el saco de su traje y ponerla sobre el gran sofá de la sala.

- ¡No te quites el saco, hace frío! - Regañó un poco el menor con los brazos cruzados. - ¿Que pasa si te resfrias y te mueres por eso? ¿Ah? -

- Bebé, el saco tiene olor a cigarrillos, es mejor quitarlo para que se vaya el olor de mí cuerpo más rápido. - Rió el pelinegro cuando vió a su novio quitar una manta del baúl que estaba cerca del sofá y se la colocó. - Jisung, no me voy a morir por un resfriado, ni un balazo puede matarme. -

El rubio lanzó una mirada enojada y el mayor sonrió un poco para disculparse, aveces no tenía que ponerse encontra de las decisiones del menor, no quería recibir una jalada de oreja otraves. Si Jisung decía que use la manta, tendría que usarla. Fue un poco tierno verlo de brazos cruzados, tenía su cabello rubio todo alborotado, un abrigo de color beige, unos buzos grises y unas pantuflas rosadas, mientras hacía la típica pose de esposa enojada.