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El viento soplaba aún más fuerte, las ramas de los árboles chocaban entre sí con más fuerza que jamás había visto

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El viento soplaba aún más fuerte, las ramas de los árboles chocaban entre sí con más fuerza que jamás había visto. Mi cabello golpeaba bruscamente contra mi cara y entrecerré los ojos para protegerme del duro clima.

"Riddle, ¿qué estás haciendo?" Exclamó el chico rubio. Se inclinó y se abrazó.

El chico que me sostenía no me soltó. En cambio, me usó como escudo y me atrajo con más fuerza contra él. La niña chillaba y chillaba, y los chicos que estaban cerca de Tom hacían todo lo posible por sujetarlo.

La morena fue la primera en caer al suelo. Con solo mirar su rostro me di cuenta de que estaba gritando, pero ningún sonido escapaba de sus labios. Comenzó a retorcerse en el suelo como si lo estuvieran electrocutando. Todos los otros estudiantes lo miraron con horror, al igual que yo. Fue una visión horrible.

La siguiente fue María. Cayó más rápido que cualquier otra cosa con un sonido repugnante cuando golpeó el concreto. Su cabeza fue lo primero que golpeó. Ella también reflejó exactamente lo que estaba haciendo el chico aficionado. Luego el chico rubio. Y luego los tres chicos que sostenían a Tom. No pude entender exactamente cómo estaba Tom haciendo esto exactamente.

Y entonces supe que Tom no estaba mintiendo todas esas veces que me había dicho que podía romperme los huesos con un rápido movimiento de su muñeca. Este chico debe haber estudiado profundamente las artes oscuras. Tom miró fijamente al chico que me sostenía.

Podía sentir al chico temblando de miedo contra mi cuerpo. Sus dientes castañeteaban en mi oído. Sus amigos todavía se retorcían en el suelo. Quería gritarle a Tom que detuviera toda la locura pero no podía encontrar mi voz.

Una varita presionó contra mi cuello. El chico me estaba usando como una forma de escapar del castigo. "¡Lo haré!" Amenazó mientras Tom continuaba mirándolo. "Yo... ¡lo haré! Te juro que si intentas algo yo-"

Se dejó caer detrás de mí con un ruido sordo, su varita resonó contra el concreto. Retrocedí cuando él comenzó a retorcerse en el suelo de dolor, como un pez sin agua. Me di vuelta y miré a Tom. Estaba sonriendo a todos los estudiantes retorciéndose de dolor.

"¡Para!" Grité. Simplemente me sorprendió que ningún profesor o estudiante hubiera escuchado la conmoción. Pero estaban todos en lo alto del castillo. Los Slytherins estaban al final. ¿Como pudireon? "¡Tom, basta! ¡Ya es suficiente!"

"No", me escupió Tom. "No lo es. Vete a la cama, Abigail. Y no le cuentes esto a nadie o te borraré la memoria".

"Lo único que querían era que los trataras a ellos y a todos los demás como personas", espeté. Tom me miró con más fuerza, si es posible. "Claramente no tenían otra forma de hablarte sin que los trataras como si nada".

"¡Por qué los defiendes!" Me gritó, la ira palpitando a través de su piel. "Solo vete. Yo me ocuparé de este grupo".

Tom se acercó y recogió nuestras varitas. Me entregó el mío antes de quitarle el polvo. Entonces, de la nada, su varita se dirigió hacia mí.

"Vete", ordenó. "Ve o te obligaré a hacerlo".

Lentamente y de mala gana, giré sobre mis talones. Incluso si lo desarmara, esos estudiantes no estarían libres de la tortura que él les impuso. Así que volví corriendo a Ravenclaw.

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Motivación Tom Riddle ✓Donde viven las historias. Descúbrelo ahora