Motivación Tom Riddle ✓

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"Hiciste - ¿cómo hiciste..." Me quedé sin palabras y di un paso ofendido hacia atrás. ¿Cómo logró robar el diario y cómo logró desbloquearlo? Lo único que se me ocurrió fue magia oscura...

"¿Cómo lo abrí?" Él sonrió de nuevo, tamborileando sus dedos a lo largo de la carpeta del diario. Puso sus manos detrás de su espalda con el diario y lo mantuvo allí. "Dejemos eso para otro día. Y, digamos, necesito tu conocimiento".

Di un par de pasos hacia adelante y entrecerré los ojos. "¿Qué te hace pensar que voy a ayudarte?" Caminé más e intenté agarrar el diario detrás de la espalda de Tom, pero todo lo que tenía que hacer era quedarse allí y sostener el diario firmemente sobre su cabeza.

"Oh, me vas a ayudar, a menos que seas mucho más idiota de lo que pareces", gruñó. Hice una mueca interiormente. Tom dejó caer la mano y caminó unos pasos adelante y atrás delante de mí. Lo miré con los puños cerrados. No se podía negar que iba a echarme esto en cara y chantajearme. "Tú me ayudas y tu secreto de vidente permanece a salvo. Si no lo haces, todos se enterarán. Y si todos se enteran... bueno... eso no me satisfará lo suficiente. Por favor, Abigail, no me obligues a hacerlo. Decirte una vez más lo que soy capaz de hacer. ¿Eso de romperte los huesos? Eso no es nada. Pero, al menos sé lo que quisiste decir con que sabes más de lo que creo!"

Su tono cambió con cada palabra. Pasó de enojado a tranquilo, de molesto a irritado, y luego se repitió. Si le hubiera quitado ese diario de las manos, podría quemarlo y nadie le creería.

Me crucé de brazos y lo miré. "¡No es como si tuviera ningún control sobre ello! ¡Ahora, me gustaría recuperar mi diario!"

"¿Por qué?" Tom sonrió. "¿Entonces puedes eliminar cualquier evidencia de tu don? Ahora, no podemos tener nada de eso, ¿verdad?"

Suspiré, sabiendo que era inútil y que Tom Riddle era demasiado terco para reconsiderar algo. Desde las pocas semanas que estuve aquí, ya sabía que Tom consiguió lo que quería. Y todo lo que pude sentir fue mal, mal, mal.

"¿Que puedo hacer para ayudar?" Murmuré derrotado.

Tom se rió entre dientes. Era el sonido más tortuoso que jamás había oído. "¿Por qué la cara larga?"

Levanté la vista y levanté una ceja. Él levantó uno a cambio.

"Encuéntrame frente a la sala común de Slytherin mañana por la tarde después de cenar. Espero verte allí a tiempo, de lo contrario..." agitó el diario frente a mi cara, ... las cosas podrían ponerse feas".

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"Vamos, niña, ¿quieres sonreír? Has estado mirando hacia abajo todo el día", dijo Billy frente a mí. Alison estaba sentada a mi lado y Christopher estaba sentado a su lado.

La cena de la noche siguiente no fue alegre. Mi cara estaba hundida en mi mano y jugaba con la sopa frente a mí. Podía sentir a Tom mirándome desde la mesa frente a la mía. Sólo lo hacía para recordarme que tenía que presentarme.