Mi nombre en sus labios

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Al Segundo de sonreírme…la vi desaparecer… La pesada cortina azul cayó y ya no pude verla más…

Me desesperé. Fue como si me quedara de repente sin aire que respirar…

Impulsivamente abrí la puerta del garage de par en par, sin saber qué hacer… Pero no me hizo falta pensar qué… allí estaba ella otra vez… 

Salió a paso presuroso, sin mirar hacia ningún lugar en particular… Su aroma, el que había sentido el primer día, me golpeó fuerte la cara. Y fue como una invitación. Estaba decidida…la seguiría. 

¡La seguiría hasta el fin del mundo si me lo pedía!

No sabía a dónde iba, no presté atención a nada más que a ella, a su paso presuroso, a su cabello oscuro, ahora atado de forma improvisada… Y mientras la seguía me pregunté porqué se lo había atado…Ella nunca hacía eso…

¿Ella nunca hacía eso? ¿Y yo, cómo lo sabía?

Ya me estaba preguntando cuánto más iba a seguir caminando, cuando se frenó en seco, al borde de un camino empinado. Y allí me di cuenta de que estábamos ya en las afueras del pueblo. Yo también me frené. ¿Y si se daba cuento de que la estaba siguiendo?

Me debatí entre volver y quedarme. Pero mi mente parecía estar funcionando en cámara lenta.

Me obnubilaba estar cerca de ella…

Pero a ella parecía no sucederle lo mismo…Porque en cuanto se frenó, se dio la vuelta y me saludó con su mano en alto. Y me sonrió…

Y por culpa de aquella sonrisa, perdí el habla…

— Hola, Khan… No te imaginas cuánto tiempo hace que llevo esperando…

El corazón pareció saltarse un latido.

Debía ser mi imaginación…No era posible que ella me llamara así…

Parpadeé confundida…

Pero algo, infinitamente más poderoso que el miedo y el asombro que sentía, me dio fuerzas y avancé…

Volvió a sonreír…

—Ven, khan, voy a contarte una historia…una historia tuya…y mía…

El retorno (Girl Love)Donde viven las historias. Descúbrelo ahora