Las Cuatro Paredes De Mi Cuarto ✔️[ INEFABLE 1]

Capítulo 10 🥀sensaciones

Stuart 🥀

Stanley y Paul jugaban billar cada uno a cada costado. Los dos se entretenían en el juego, lo opuesto de Victoria que subía sus largas piernas sobre mi regazo mientras acariciaba mi hombro deslizando sus uñas por mi remera. La examiné detalladamente lo cual su rostro se intimida ante mi mirada. Ella es una mujer espectacular, no podía quejarme al tenerla cerca desde el día que llegó a mi casa junto a su madre Amanda. Recuerdo que la joven y la mujer me observaban bajo la tormenta de lluvia que azotaba esa noche al pueblo, asimismo las había recibido justo en el momento en el que me encontraba vacío.

Su dulce cara tan perfilada, de labios carnosos y ojos cautivadores. Su cabello negro era tan oscuro como la misma noche, y su personalidad que era lo que más me importaba, era su manera tan similar a la mía, las voces que se oían en su cabeza eran las mismas sombras que rondaban mi mente. Ella pensaba de la misma manera en la que yo pensaba…ser posesivo cuando no me convenía no era lo mío, pero me gustaba que ella callera en la misma locura.

Éramos como el fuego, ardía. Pero también quemaba si te acercabas a ello.

No podía quejarme de ella, pues siempre ha estado ahí desde que me quedé solo en este pueblucho.

—Así que la tal Cory Rice estuvo husmeando la casa de tu abuelo — dice ella y la dejo de observar como si quisiera llevarla a la cama. Por supuesto repetir la historia que ya le habíamos contado me molestaba.

—Como te dijimos…no solo ella, sino también sus amigos —volvió a decir Stanley dándole un golpe a la bola—de seguro no se percataron de que los habíamos visto desde la esquina — ríe Stanley junto a Victoria.

Así era, la cháchara de auto de esa chica era más reconocido que una lata oxidada; estaba casi seguro que el pueblo la reconocía por ese auto. De todos modos no lograron su objetivo de robarse el tesoro que solo existía en sus cabezas…yo creo que maduraron de la manera más estúpida. 

Pasé mis manos por mi nuca y luego las bajé para acariciar las largas piernas de Victoria. Ella continúa conversando únicamente con Stanley, lo opuesto de Paul que parecía que estuviera perdido en sus pensamientos, algo común de él. De algo era mi amigo.

El y yo nos habíamos conocido en la escuela primaria luego de que un par de chicos lo golpearan en el parque cerca del bosque. Lo defendí en junta de Stanley que siempre ha estado ahí ya que su madre era muy amiga de mis familiares. Desde entonces los tres hemos estado juntos, y lo que pase con alguno de ellos siempre estaré hay para defenderlos, así me cueste lo que me cueste.

El reloj en la pared marcaba apenas la media noche y mis dos compañeros dejaron de jugar para verlos tomar asiento en un par de sillas de madera. Paul saca un cigarro del bolsillo de su chaqueta y lo enciende…lo cual lo distraía la desgastadora sustancia de nicotina…y el maldito humo en sus pulmones.

Stanley por lo tanto gasta su tiempo jugando con una esfera y Victoria continúa entretenida acariciando mi hombro. Alejé su mano y dejé caer mi cabeza hacia atrás cerrando por un momento mis ojos.

Cory Rice, la chica a la cual debía de ser la tentación de muchos y la carnada perfecta para otros. Darle la bienvenida de la manera en la que lo hice, me satisfacía mucho, me gustaba en la manera en la que me observaba. Pero esto no sería todo…apenas estaba empezando. Porque la llegada de esta chica apenas me daba tiempo de manipular mis deseos y lo que me importaba de ella. Porque debajo de esa tela vieja de suéteres y de esa cara de curiosidad había una joven que ocultaba un sentimiento importante para mí. La necesidad por ella era dinamita; pero no sabía si se terminaría en una explosión o en un caos.

Esa noche la pasé pensando en los sucesos que han ocurrido desde cuando ella llegó, una mujer que trasmite pensamientos puros pero también deseos eróticos. Mi Cuarto estaba tan vacío y tan oscuro como mis estúpidos pensamientos. El olor de las paredes eran la misma acuarela que tal vez mis padres hallan pintado para poner mi cuna en el cuarto. Los años transcurrieron tan deprisa que ya ni recuerdo los buenos momentos ni las risas en esta casa…era simplemente un espectador de las risas de los demás. Me levanté de mi cama y me puse una remera blanca. Caminé hacia la ventana en busca de un poco de luz, cuando moví la cortina a un lado, una extensa sonrisa sale de mis labios.

Allí se encuentra la chica de cabello castaño en junta de su amiguita Lara Harris…La niñata que se metía en todo. Por lo que notaba Lara Harris le cuchichea a la castaña mientras observan a Amanda que regaba las plantas del jardín. Como siempre Lara Harris quería aprovechar para hablar mal de nosotros, como lo hacía el resto, en especial con los que la castaña solía habitar.

Cory Rice se veía tan confundida ante el mundo que la rodeaba…pero para qué los buscaba a ellos cuando estaba yo para aclararle las dudas a mi manera. Pero ella prefería refugiarse en personas que no le aportaban en nada. Me daba pesar por ella.

Torno mi cara seria al ver que su mirada se elevó hacia mi ventana, la observé con tanta intensidad que se había dado cuenta de que la espiaba como siempre…por supuesto sin que se diera cuenta de que se tratase de mi. Sus ojos se veían llenos de inquietud y de sorpresa, lo cual comenzaba a pensar que ya sabía que Victoria vivía conmigo. En lo personal me valía mierda que ella supiera eso, realmente lo que me importaba era que cada vez se acercaba más a la realidad.

Esa joven que se ve tan tímida y adorable en su suéter. A pesar de las adversidades pertenecía a los secretos de este pueblo.

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Nota : hola, aquí les dejo un capítulo de nuestro Stuart, espero que sea de su agrado…

Es algo corto pero nos habla de lo que el piensa de Cory hasta el momento, espero que les esté gustando esta historia que cada vez se va poniendo más romántica y misteriosa…de verdad gracias por apoyar esta historia.

No te pierdas ningún capítulo.

Los quiero mucho,  mucho.

Att: La autora.

Guiñó 😉 😉 😉