Capitulo 20

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La primera luz del amanecer bañaba la ciudad con su cálido resplandor, prometiendo un nuevo día lleno de posibilidades. Sin embargo, para Taeyang, quien acababa de llegar de un extenuante viaje de negocios, lo único prometedor era la perspectiva de un descanso reparador en la comodidad de su hogar.

El vuelo nocturno había aterrizado antes de lo previsto, y aunque la ciudad aún dormía, Taeyang se encontraba ya atravesando las calles desiertas en un taxi que lo llevaba de regreso a su apartamento. Con cada minuto que pasaba, la fatiga de su cuerpo parecía acentuarse, marcando el contraste entre el bullicio de su agenda en el extranjero y la tranquilidad de su retorno.

Al llegar a su destino, pagó al taxista y se dirigió hacia el edificio donde su hermano. El silencio del vestíbulo amplificaba el eco de sus pasos, y al subir en el ascensor, Taeyang cerró los ojos, intentando imaginar la suavidad de su cama esperándolo. Sin embargo, al abrir la puerta del apartamento, se encontró con un escenario muy diferente al que había anticipado.

 Sin embargo, al abrir la puerta del apartamento, se encontró con un escenario muy diferente al que había anticipado

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El aroma del café recién hecho y el sonido de voces familiares lo recibieron. En la cocina, su hermano Taehyung y su novio Jungkook estaban sentados en la mesa, disfrutando de un desayuno tranquilo. Jungkook, con su cabello revuelto y una sonrisa que era la viva imagen de la acogida, fue el primero en notar su presencia.

–Taeyang, ¡volviste!,–exclamó Jungkook, sorprendido y encantado, mientras se levantaba de su asiento. Su sorpresa se convirtió rápidamente en preocupación al ver el estado de cansancio de su novio. –¿Por qué no me dijiste que llegarías tan temprano?

Taehyung, con esa mezcla característica de alegría y despreocupación, se giró en su asiento para mirar a su hermano.

–Hyung, pareces agotado. ¿Fue malo el viaje?,–preguntó, su tono reflejando una genuina preocupación.

Taeyang solo pudo esbozar una débil sonrisa.

–El viaje fue bien, pero sí, estoy bastante cansado,–admitió, mientras se quitaba los zapatos y se adentraba más en el apartamento. –No quería molestarlos tan temprano en la madrugada

Jungkook se acercó a Taeyang y, con cuidado, le pasó un brazo alrededor de los hombros, guiándolo hacia una silla.

–No es ninguna molestia. Deberías haber avisado, podríamos haber ido a recogerte al aeropuerto,,–dijo Jungkook con un tono suave, lleno de afecto.

Taehyung se levantó también, acercándose a la pareja.

–Hyung, ¿quieres que te prepare algo para comer? Puedo hacer algo rápido,–ofreció, dispuesto a cuidar de su hermano gemelo.

Pero Taeyang negó con la cabeza, su cuerpo clamando por descanso.

– No, gracias, Tae. Solo necesito dormir un poco,–respondió, su voz reflejando el agotamiento que sentía.

Jungkook asintió, entendiendo perfectamente.

–Está bien. Ve a descansar, yo me encargaré de todo aquí, –dijo, dándole un beso en la frente como gesto de despedida. –Si necesitas algo, solo tienes que decirlo.

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