Capitulo 33

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En la tranquilidad inquebrantable de esa mañana, luego de un pequeño inconveniente, un silencio confortable llenaba la habitación compartida por Taeyang, Jungkook y Taehyung.

El reloj marcaba las 9 de la mañana cuando Taeyang fue el primero en despertar. Acostumbrado a levantarse con el sol pero hoy no fue así, sus ojos se abrieron lentamente, acostumbrándose a la luz del nuevo día. A su lado, sintió el peso confortable de Jungkook, cuya respiración rítmica indicaba que aún estaba profundamente dormido. En el otro lado de la cama, Taehyung yacía con una expresión pacífica, sus labios entreabiertos en lo que parecía ser el vestigio de un sueño agradable.

Taeyang se quedó un momento en silencio, apreciando la paz que lo rodeaba. La cercanía con sus amores le proporcionaba un calor que iba más allá del físico era un calor que nacía del cariño y la confianza mutua. Con sumo cuidado para no despertarlos, se giró hacia Jungkook, observando los detalles de su rostro que la tenue luz del amanecer revelaba. Había algo en la manera en que Jungkook se abandonaba al sueño que a Taeyang le parecía tremendamente tierno.

No pudo resistir la tentación de deslizar sus dedos entre los mechones rebeldes de Jungkook, apartándolos de su frente con gentileza. El menor se removió ligeramente, pero no despertó. Sonriendo ante la ternura que le embargaba, Taeyang se acercó y depositó un beso suave en la frente de Jungkook, quien, incluso en el umbral del sueño, pareció sonreír.

–Siempre te protegeré mi amor,–Susurro que solo el podía oir

A su lado, Taehyung empezó a mostrar signos de conciencia, sus pestañas parpadeando lentamente mientras se adentraba en el delicado proceso de despertar. Taeyang se giró hacia él justo cuando sus ojos se abrieron, encontrándose con la mirada aún nublada por el sueño de su hermano.

–Buenos días, Tae,–susurró Taeyang con dulzura.

Taehyung respondió con una sonrisa soñolienta, su voz ronca por el descanso de la noche.

–¿Ya es de día? preguntó, frotándose los ojos con los nudillos.

–Sí, –confirmó Taeyang, y extendió su mano para acariciar el brazo de Taehyung en un gesto afectuoso.–Pero aún es temprano. Puedes seguir durmiendo si quieres.

En vez de volver a cerrar los ojos, Taehyung se estiró como un gato, sus brazos alcanzando el techo antes de rodear a Taeyang en un abrazo espontáneo.

–Me gusta despertar así,–confesó Taehyung, su voz todavía teñida de sueño. –Contigo aquí hermano

El abrazo era cálido y reconfortante, y Taeyang no pudo evitar corresponderlo con igual fuerza. Era su conexión que no necesitaba palabras, un entendimiento mutuo que llenaba la habitación con una serenidad palpable.

Fue entonces cuando Jungkook empezó a despertarse, atraído por la conversación suave y el movimiento a su alrededor. Parpadeó varias veces, despejando la bruma del sueño de sus ojos antes de enfocarse en los rostros de Taeyang y Taehyung.

–¿Qué pasa aquí?,–preguntó Jungkook, una sonrisa perezosa formándose en sus labios al notar el abrazo.

–Nada especial,–respondió Taehyung, deshaciendo el abrazo para incluir a Jungkook en él. Solo Disfrutando de la mañana juntos,– agregó Taeyang, extendiendo una mano para que Jungkook se uniera al abrazo improvisado.

Jungkook se unió al abrazo con entusiasmo, acomodándose entre Taehyung y Taeyang con una sonrisa radiante en su rostro. La calidez de sus cuerpos entrelazados creaba una sensación de hogar, de pertenencia que los envolvía a los tres en un halo de amor y amistad inquebrantables.

Así, los tres se quedaron un momento en silencio, disfrutando de la simple compañía del otro, de la intimidad compartida que solo los verdaderos lazos de amor podían crear. El tiempo parecía detenerse en esa habitación, permitiéndoles saborear cada instante sin prisas ni preocupaciones.

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