Capitulo 31

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Mientras Jungkook, Taehyung y Taeyang se sumergían en un mar de incertidumbre y preocupación, Luna, recién liberada, se encontraba en un callejón solitario frente a un elegante edificio de oficinas. Sus ojos reflejaban una mezcla de alivio y desconcierto mientras recordaba su paso por la cárcel y la sorpresiva intervención que la había liberado.

De repente, una voz conocida la sacó de sus pensamientos.

–Luna,– resonó en el aire, y al girarse, se encontró con Namjoon, Su jefe y amigo de Taehyung. Sin embargo, en ese momento, su sonrisa amigable parecía estar teñida de una sombra desconocida.

–Luna, me alegro de verte libre,–dijo Namjoon, acercándose con una expresión neutral que no lograba ocultar un brillo de triunfo en sus ojos.

Luna lo miró con cautela, sintiendo un nudo en el estómago.

–Namjoon, ¿fuiste tú...? ¿Fuiste tú quien pagó mi fianza?

Namjoon asintió con una leve inclinación de cabeza.

– Sí, fui yo. No podía permitir que una amiga pasara más tiempo tras las rejas, ¿verdad?

A medida que las palabras resonaban en sus oídos, Luna sintió un escalofrío recorrer su espalda. Había confiado en Namjoon, había compartido secretos y risas con él, pero ahora veía en sus ojos una frialdad que la helaba hasta los huesos.

–¿Por qué, Namjoon? ¿Por qué hiciste esto?–Luna preguntó, luchando por mantener la compostura ante la sensación de traición que la envolvía.

Namjoon sonrió condescendientemente, como si hubiera estado esperando esa pregunta.

–Oh, Luna, siempre has sido ingenua. No entiendes el juego en el que estás involucrada. Hay fuerzas en movimiento que van más allá de tu comprensión, y era mi deber asegurarme de que estuvieras fuera del camino.

Las palabras de Namjoon resonaron en el aire, revelando una verdad amarga que Luna había estado evitando enfrentar. La sensación de traición se agitaba en su pecho, mezclada con la confusión y la ira. ¿Cómo podía haber sido tan ciega ante las verdaderas intenciones de alguien que consideraba un amigo?

–¿Qué juego estás jugando, Namjoon? ¿Por qué me has traicionado de esta manera?,–Luna preguntó, su voz temblorosa pero llena de determinación.

Namjoon se encogió de hombros, su expresión impasible.

–No se trata de traición, Luna. Se trata de lealtad a aquellos que realmente importan.

–¿Lealtad? ¿A quién? ¿A qué oscuro juego estás sirviendo, Namjoon?,–Luna interrogó, sus ojos brillando con una mezcla de incredulidad y desafío.

Namjoon suspiró, como si estuviera resignado a explicar algo que sabía que ella no entendería.

–No puedes comprenderlo, Luna. Hay fuerzas en juego mucho más grandes de lo que te imaginas. No puedes seguir siendo una pieza inconsciente en este tablero de ajedrez. Yo solo estoy tratando de protegerte, de proteger a todos nosotros.

Las palabras de Namjoon resonaron en el callejón vacío, creando un silencio tenso entre ellos. Luna luchaba por procesar la información, tratando de separar la verdad de las mentiras enredadas en las palabras de su antiguo amigo.

–¿Protegerme? ¿A costa de mi libertad y mi confianza en ti?,– Luna respondió, su voz vibrando con emoción contenida.– No puedo aceptar eso, Namjoon. No puedo aceptar tu traición.

Namjoon la miró con una mezcla de pesar y determinación.

–Luna, algún día entenderás que todo lo que he hecho, lo he hecho por el bien mayor. Por ahora, solo te pido que te mantengas a salvo y no te involucres más de lo necesario. Hay sombras acechando en cada esquina, y debes ser cuidadosa.

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