Jungkook es un chico simpático y extrovertido un excelente bailarín de un cabaret que ha estado saliendo con gemelos idénticos, Taehyung y Taeyang, durante los últimos meses, Su cabello oscuro y despeinado le da un aire desenfadado, y sus ojos avel...
La noche había prometido ser una de celebración, pero ahora Taehyung la recordaría como una de las más aterradoras de su vida. El Cabaret con sus luces parpadeantes y la música en vivo que alguna vez le parecieron encantadoras, ahora se teñían de un tono siniestro en su memoria.
La imagen de la mujer misteriosa le perseguía, ¿quién era ella? ¿Por qué había hecho algo así? Pero esas preguntas tendrían que esperar.
El hospital era un bullicio de actividad incluso en las horas tardías de la noche. Taehyung irrumpió por las puertas de emergencia, con Taeyang en brazos, clamando por ayuda. Los médicos y enfermeras reaccionaron de inmediato, llevando a Taeyang a una sala de tratamiento.
-¿Qué ha tomado?- preguntó urgentemente una enfermera mientras Taehyung seguía el camillero a un ritmo frenético.
-Alguien le dio algo en su bebida,- explicó Taehyung, su voz temblorosa por el miedo y la urgencia. -En el cabaret, no sé qué era...
Los profesionales asintieron, sin perder tiempo, comenzaron a trabajar en Taeyang, conectándolo a monitores y administrándole carbón activado para intentar absorber cualquier resto de la sustancia desconocida.
Taehyung se sentó en una de las sillas de la sala de espera, sus manos temblaban mientras intentaba llamar a sus padres. Las llamadas se sucedieron, una tras otra, explicando la situación con una voz que apenas reconocía como la suya.
Las horas pasaron en un torbellino de emociones y miedo. Taehyung observaba cada vez que las puertas se abrían, esperando noticias. Finalmente, el médico salió, su expresión seria pero no sombría.
-Está estable,-comenzó el médico, y Taehyung sintió cómo el alivio inundaba su cuerpo, aunque aún tembloroso. -Parece que lo que sea que le dieran estaba destinado a incapacitarlo, no a dañarle permanentemente. Va a necesitar tiempo para recuperarse, pero esperamos que se recupere completamente.
Taehyung asintió, las palabras del médico calmando la tormenta en su pecho.
-¿Puedo verlo?-preguntó con ansias.
El médico asintió y le indicó donde se encontraba su hermano
En la habitación, Taeyang yacía pálido y quieto, pero con vida. Taehyung tomó su mano, igual que cuando eran niños y se prometían estar juntos frente a cualquier adversidad.
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-Lo siento, hermano,,- susurró Taehyung, -debí haber estado más atento.- las lágrimas que por tanto había retenido por fin estaban saliendo
......
El apartamento estaba en total oscuridad, solo iluminado por las luces parpadeantes de los rascacielos cercanos que se colaban entre las cortinas. La quietud del lugar era un marcado contraste con el caos que había sentido en su pecho al marcharse. Jungkook dejó caer las llaves sobre la mesa con un chasquido, sus ojos barrían el espacio buscando alguna señal de vida, alguna explicación, algo que pudiera hacer que el dolor en su pecho se disipara.
