Todo empezó en un día de otoño, un poco soleado.
En el reino de Jejúl, los dos reyes que gobernaban este pueblo rodeado por un enorme bosque al cual tales pueblerinos tenían prohibido entrar, incluso la familia real, tenían un cachorro al cual lo llamaron Sparta. Un niño de tan solo 6 años.Este pequeño se encontraba en el jardín de su palacio, junto a su niñera joven, unos cuantos años menor que su madre, súper observadora y atenta. Aquel lugar estaba hecho con un muro de rocas y musgos decorándolos.
La gran seguridad y vigilancia que tenía le incomodaba mucho, siempre observado, cualquier cosa que hacía era captado por la vista de su cuidadora.
–Señorita Rita.
El llamado de una mujer llamó la atención de los dos.
La señorita Rita tuvo que descuidar por unos minutos al pequeño.–¿Necesita algo?
–¿Ya a arreglado la habitación del príncipe?
–Aún no, es que el pequeño estaba muy ansioso por poder salir a jugar.
–Eso es de menos, vaya a cumplir con su trabajo.
–Si, señora Irene.–. Dejó al cachorro en el jardín.
La señora Irene es la ama de llaves, aveces puede llegar a ser muy amargada con todos. Tal vez es porque no pueden contradecirla nunca, solo los reyes.
Aquella mujer dejó al niño sin supervisión ya que no era su problema.
Al saber que ahora estaría solo, le llegó la gran idea de fugarse un rato.
A pesar de ser un simple niño de 6 años, sabía arreglárselas por si solo, ya que al tener padres sumamente estrictos lo hicieron desarrollar algunas habilidades.Su curiosidad era más grande que su cuerpecito, y siendo pequeño podía meterse en cualquier lugar, o incluso hasta esconderse si que nadie pueda encontrarlo. Así que se puso manos a la obra y del muro logró sacar una enorme piedra que había estado moviéndola hace unas semanas atrás para poder escapar por unas horas.
Apenas logró su objetivo, corrió hacia el bosque sin parar, hasta llegar al primer árbol que era parte de la arboleda. Sus pequeñas piernitas estaban algo cansadas, su garganta un poco seca y su respiración agitada.
¿Que mejor que buscar un poco de agua? Después de todo, es un bosque.
Desperdició mucho tiempo en buscar tal líquido, pero no se quejaba, en el transcurso del camino pudo entretenerse un rato con los animalitos que vivían allí. Hasta que llegó a un gran estanque con bastante agua cristalina. No dudó en acercarse a beber un poco.
Con sumo cuidado se arrodilló, apoyó sus manos en la orilla, y comenzó a tomar un poco.
Como era un solo niño, no era muy bueno sosteniéndose en cualquier cosa, tampoco sabía reaccionar rápido.
La tierra estaba demasiado húmeda y con el pequeño peso del menor era suficiente para desnivelarse y dejarlo caer al agua.Lamentablemente no sabía nadar, tampoco flotar.
Con sus piernas y manos intentó ir a la superficie, pero todos sus movimientos fueron en vano, cada vez se hundía más y más, casi tocando el fondo.Como último recurso, utilizó sus pequeñas manitas para que por lo menos, una persona, un ángel o lo que sea pudiera sacarlo de ahí. Sin tener éxito alguno y con el poco aire que tenía, poco a poco se iba desmayando.
Hasta que el agarre de sus manos fue correspondido por unas más grandes, jalándolo hacia arriba, salvando su vida.
Al volver a tierra, expulsó todo el agua que había tragado por accidente, tosiendo como si no hubiera un mañana.
–¿Estás bien pequeño?
Ante el, se hizo presente un joven pelirrojo, ojos bicolor, un alfa de más o menos.... ¿14 años...?
Solo pudo asentir mientras intentaba recuperar el aire perdido.
–¿Podrías tener más cuidado? ¡No puedes entrar a este lugar!, ¿en que pensabas?–. Dijo molesto al estar mojado igualmente.
Maldecía ser sensible, no pudo evitar dejar salir algunas lagrimas, mojando su rostro más de lo que ya estaba.
–Ay.... No, no llores.–. Tomó de los hombros al pequeño e intentó calmarlo.–. Hice mal en gritarte, cálmate por favor.–. Con las mangas mojadas intentó limpiar su rostro.
–¿Y tú quien eres? Tú tampoco puedes entrar aquí.
El mayor no contestó, solamente seguía intentando secarlo.
–Empezamos mal.... Me llamo Raptor, ¿y tú eres...?
No podía decir su nombre, era un desconocido, un alfa, un joven, un maleante o algo peor. Por el miedo tuvo que alejarse de inmediato, dejando confundido al otro.
–Oye no es justo, tú sabes mi nombre pero no sé el tuyo.–. Lo siguió hasta que el menor dejó de caminar.
–No quiero...
–Esta bien... ¿como llegaste aquí?
–Solo tenía curiosidad.–. Respondió seco.
–Oye... quiero disculparme por haberte gritado, ¿me perdonas?
No tuvo otra opción más que hacerlo, no quería hablar más.
–No me tengas miedo, ¿quieres ser mi amigo? Así podría enseñarte a nadar para que no pases por esto otra vez.–. Sostuvo una de las mangas pequeñas como referencia.
–¿Amigos?–. Esa palabra nunca la había escuchado.–. ¿Que es "amigos"?
–Un amigo.... Un amigo es una persona que siempre está a tu lado... es amable.... Te enseña muchas cosas buenas... Un amigo siempre te cuenta todo... Un amigo siempre te quiere...
–¿Mi amigo Raptor me enseñará a nadar?–. Poco a poco iba agarrando confianza hacia el mayor.
–Solo si somos amigos.–. Sonrió mientras estiraba su mano hacia el menor.–. ¿Que dices pequeño?
Sparta aceptó sin dudarlo, nunca en su vida había escuchado tal palabra, no sabía su significado, ni siquiera sabía que existía.
Después de haber jugado un rato, la ropa de ambos se había secado y el sol ya comenzaba a esconderse entre las montañas, dando a entender que la noche ya estaba por llegar.
–Me tengo que ir, amigo.–. Dejó de jugar en el pasto con el joven para caminar hacia su castillo.
–¿A dónde vas?–. Se levantó del suelo, mirando al pequeño perderse entre los arbustos.
–Mi casa está por allá.–. Señaló hacia el frente, donde estaba cubierto por completo de árboles.–. ¿Podemos vernos mañana a la misma hora?
–Esta bien, te espero para enseñarte a nadar.
Así los dos chicos se despidieron.
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Debo decir que los recuerdos borrosos son los SUEÑOS de Sparta, recordando sus mejores momentos. Los únicos que a tenido 😔
Gracias por leer.
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💙❤️{¿Quien eres tú?}❤️💙 [SPARTOR]
Fantasy¿Te a pasado que has soñado con tu tipo ideal y a la final te despiertas en el mejor momento? ¿Si? Para Sparta sería como una rutina soñar recuerdos que vivió hace mucho tiempo, donde conoció a un joven que le salvó la vida. Poco después se jurar...