💙❤️{¿Quien eres tú?}❤️💙 [SPARTOR]

*🌨️🌟Escapatoria🌟🌨️*

*16 años después *

|A mediados de invierno|

Volvemos al pueblo de Jejúl, obviamente todo cambió.

Sparta ya terminó su carrera universitaria, ahora se está preparando para poder ser un gran rey, alguien importante en la historia de su descendencia. O eso quisiera.

El príncipe se encontraba desayunando al mediodía por la mala noche que tuvo el día anterior. Súper cansado.
Solamente se encontraba junto a sus padres que observaban con desaprobación su mal semblante.

Su padre no quería ver más ese tipo de expresión en el rostro del omega más hermoso del reino.

–¿Podrías decirnos por qué estás así?

Solo miraba su plato.–. No es nada.–. Respondió sin ganas.

–¿Nada?–. Habló su madre.–. Pareciera como si un coche te hubiera pasado encima.

–Solo dormí mal, no es nada.–. Intentaba evadir el tema.

–Pero hoy es tu cumpleaños, no deberías estar triste.

–¿Y que si lo estoy?

El alfa golpeó la mesa y se levantó de su asiento, asustando a los dos omegas.

–No permito que le respondas así a tu madre. ¿Dónde está ese lindo niño que siempre sonreía?

–No lo se padre.–. Alzó la mirada cansada.–. ¿Dónde crees que está?

–Habla con claridad, no me vengas con tus preguntas rebuscadas.

El castaño solo soltó un suspiro pesado, acostumbrado por la armonía de la familia todos los días. No era nuevo para el.

–Lo siento.–. Se disculpó hacia su madre.

Su padre volvió a sentarse.–. Sparta, quiero hablar contigo y no quiero un "no" como respuesta.–. Dijo serio.

Como odiaba hablar sobre el tema que tanto temía escuchar.–. ¿Qué pasa?–. No tenía otra opción.

–Ya eres mayor de edad, tienes que seguir con nuestra descendencia y por eso hoy en tu cumpleaños hemos invitado a un alfa que sería muy buen pretendiente para ti.–. Al ver la expresión de su hijo, con la mirada le pidió a su mujer que lo convenciera.

–Querido, tu padre tiene razón, debes entender que nosotros en poco tiempo ya no estaremos más a cargo del reino. Serás el siguiente en el trono junto a tu esposo.

–Se supone que ya hablé de esto con ustedes...–. Se levantó de su asiento.–. ¿¡Acaso no me prestaron atención cuando hablamos de esto!? ¡Dijeron que me casaría con quien yo quisiera!–. Se sintió agobiado al no ser tomado en serio con sus falsas promesas.

Su madre solo bajo la mirada, pues no quería ser odiada por su hijo gracias a su esposo.

–¡Papá dijiste que no lo harías!–. Con la voz temblorosa gritó a su padre.

–Ya está hecho.–. Ignoró los gritos del menor.–. En la fiesta quiero que lo recibirás como se debe y no quiero oír quejas del alfa, ¿me escuchaste?