01. La princesa demonio

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Cuando Meliodas fue llamado a comparecer ante el rey demonio junto a su hermano menor, tuvo la curiosidad de conocer a la criatura que se movía entre los brazos de un demonio. Su padre mencionó que se hallaban en una situación crítica contra su enemigo, pues la diosa suprema había creado a los cuatro arcángeles y sus fortalezas habían aumentado grandemente. El demonio se acercó con el bulto en sus brazos, mencionando que era una bebé, que al verlos comenzó a llorar al ser unos desconocidos.

-Es linda -dijo Zeldris, su hermano menor, mientras tocaba el corto cabello del bebé con su dedo diestro. No esperó quitar la mueca de su rostro cuando la bebé agarró su dedo- mas su color de cabello es único.

El rey demonio sostuvo su cabeza con su mano, soltando una risa, y afirmó que la niña se convertiría en una mujer cruel y poderosa con el severo entrenamiento que estaba preparado para ella. Meliodas dudó de las palabras de su padre ante tal semejante poder que podría poseer en ese cuerpo tan pequeño.

-Sakura -repitió el nombre que el demonio les hizo saber y pudo ver de cerca que era una niña de ojos verdes jade.

Una pequeña y escandalosa demonio.

Estaba claro que ella fue bendecida con una gran belleza que sería la predicción de todos; no por nada era hija de Lily, amante de Lucifer. Sin embargo, tenía el nombre de la mujer que cuidó a Meliodas de niño, aunque ahora no recuerda cómo era su rostro. Su padre los dejó a su cargo y Zeldris se proclamó como su hermano mayor. Intentó tomarla, pero la bebé lloró fuertemente y casi les dañó el tímpano. Un enfurecido rey demonio les ordenó llevarla lejos de su presencia. Zeldris la sostuvo, Carl le entregó un libro, y Meliodas levantó una ceja por la portada. Después de una reverencia, salieron de aquella estancia de ambiente pesado.

A Zeldris parecía gustarle la idea de tener una hermana, algo que Meliodas no podía entender. Estaba claro que en su familia solo había hombres desde que la mujer que los parió y la mujer que los cuidó de niños murieron a manos de las diosas. Por lo tanto, las mujeres no eran bienvenidas en el castillo, sin importar que fueran del mismo clan. Entraron a la estancia porque Meliodas necesitaba revisar el mapa donde haría su siguiente misión con su grupo.

-La niña es muy tierna, ¿no, Meliodas?

Meliodas levantó la mirada hacia su lecho donde su hermano jugaba con la bebé. Arqueó una ceja ante su extraño comportamiento; hacía tiempo que no lo veía tan relajado y de alguna forma tenía emociones que podrían llegar a ser un problema, por lo que vio en la faz de su padre hace un rato. Ese hombre era nulo de emociones, tenía un pensamiento muy diferente y cruel para las cosas.

-Por supuesto -le costó responderle. Generalmente, Zeldris siempre se apartaba de él y no hablaban mucho. Sus pensamientos fueron interrumpidos cuando alguien tocó su puerta-. Adelante -un demonio ingresó a la estancia, dejando en la mesa unos bocadillos y un biberón, que seguramente era para la bebé. Meliodas guardó el mapa y fue a robar un bocadillo para burlarse de su hermano-. Te queda bien el de niñero.

-No necesito tus burlas -desvió su mirada. Zeldris era diferente a él; no le importaba mucho si tenía emociones o no, solo que estuviera a salvo le era más que suficiente-. Esos bocadillos son míos -susurró.

En verdad, Meliodas había perdido tanto tiempo sin hablarle solo por dedicarse a entrenar para convertirse en un ser imparable que no se daba cuenta que Zeldris llegaba a tenerle miedo y a la vez lo admiraba.

De repente, Sakura volvió a llorar. Le pasó el biberón y Zeldris le dio de comer, que con gusto lo recibió. Ella se quedó mirándolo mientras se alimentaba. Esto realmente aburría a Meliodas, pero lo que su hermano dijo lo sorprendió de sobremanera. ¿Cómo que él tenía que cuidarla? En el castillo había varias estancias, pero al ser muy pequeña necesitaba recibir atención. Además, Zeldris quería ordenar la estancia donde ella dormiría, así que decidieron hacerlo a la antigua: piedra, papel o tijeras. Miren quién ganó por primera vez; dejó de usar papel para utilizar piedra.

-No -se negó rotundamente con el ceño fruncido y los brazos cruzados-. ¿Por qué tendré tanta mala suerte?

-Debes hacerlo -afirmó Zeldris.

Le dio instrucciones del libro acerca de cómo debía dormir un bebé si no tenía cuna, aparte de comer, cambiarle el pañal y hasta de bañarla. Definitivamente traería a una niñera con más experiencia. No tenía idea de qué hacer cuando Zeldris salió por esa puerta y dejó a Sakura dormida en su lecho después de haberle sacado los gases para que no le doliera su panza. Él era el indicado para este trabajo.

Meliodas leyó la portada nuevamente: "¿Cómo cuidar de un bebé?". Las indicaciones eran sencillas: arreglar el lecho con las almohadas en forma de media luna. Cuando se recostó a su lado, vio que ella estaba despierta y jugaba con sus piecitos. Al menos no lloraba.

-Duerme, Sakura -dijo en voz baja para que no se asustara.

Ella pareció entender, ya que cerró sus ojos y quedó profundamente dormida, o tal vez solo estaba cansada. Al verla dormir plácidamente, le dio interés de acariciar su mejilla, pero se contuvo.

El tiempo pasaba rápido y ella tenía su propia estancia, aunque muy pocas veces la usaba, ya que se la pasaba más en la estancia de Zeldris y dormía allí. Zeldris era el más cercano y le enseñaba cosas que Meliodas no podía hacer por sus entrenamientos con Chandler y el conflicto con otros clanes. Aunque Zeldris también tenía sus asuntos, aprovechaba sus pocos tiempos libres para estar con ella.

Cuando iba a entrenar, le pedía a un demonio que cuidara a la menor y que la mantuviera lejos de la zona de entrenamiento para que no estuviera siempre en el castillo. A Sakura no le gustaba el contacto físico de otros demonios, y aunque quisiera que no le importara, Meliodas no podía evitar enojarse cada vez que un demonio la cargaba y ella lloraba.

-Señorito Meliodas, ¿sucede algo? -preguntó Chandler, levantando las cejas, probablemente sorprendido por lo rápido que elevó su poder.

-Señorito Meliodas, ¿sucede algo? -preguntó Chandler, levantando las cejas, probablemente sorprendido por lo rápido que elevó su poder

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23.04.24

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The cursed lovers² |Meliodas y SakuraDonde viven las historias. Descúbrelo ahora