Capítulo 7: Confrontaciones reales: Honor, deber y elecciones.

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Los caballeros de Dargoth, comisionados por sus propios monarcas para desentrañar el misterio detrás del fallecimiento de la reina Leonor, madre de la actual reina Riona de Dargoth, partieron con la determinación de descubrir la verdad y llevar justicia a su reino afligido. Sin embargo, al regresar con las manos vacías, se enfrentaron a la difícil tarea de enfrentar a sus reyes con la desalentadora noticia de que su misión había sido interrumpida por caballeros de Eridan.

Con pesar y frustración, relataron cómo sus esfuerzos por investigar el trágico evento habían sido frustrados por la intervención de los caballeros de Eridan, quienes los habían descubierto antes de que pudieran avanzar en su indagación. La presencia de los caballeros de Eridan había complicado aún más su tarea y les había impedido obtener cualquier pista significativa sobre la muerte de la reina Leonor.

Ahora, frente a sus reyes, los caballeros de Dargoth enfrentaban la difícil tarea de explicar su fracaso y enfrentar las posibles consecuencias de su incapacidad para cumplir con la misión encomendada. La sombra del desconcierto y la incertidumbre se cernía sobre ellos mientras esperaban la reacción de sus monarcas ante la noticia desalentadora.

Riona, a diferencia de su padre Waila, se destacaba como una reina sabia y compasiva. Con sus dos hermanas detrás de ella y su esposo a su lado, expresó su gratitud a los caballeros por su dedicación y esfuerzo en la tarea encomendada. A pesar de los resultados desfavorables, Riona demostró una comprensión y un sentido de empatía hacia sus caballeros, reconociendo la dificultad de la tarea y la valentía necesaria para llevarla a cabo.

Con palabras de aliento y aprecio, Riona les recordó a los caballeros que su lealtad y servicio eran invaluables para el reino de Dargoth, y que su compromiso con la justicia y la verdad no pasaba desapercibido. Aunque el resultado de su misión no fue el esperado, Riona les aseguró que su dedicación no había pasado desapercibida y que seguirían trabajando juntos para abordar los desafíos que enfrentaba su reino.

Con humildad y gratitud, los caballeros aceptaron las palabras de su reina, renovando su compromiso con el servicio y la protección de Dargoth. A pesar de los obstáculos en su camino, se mantuvieron firmes en su deber y juramento de lealtad hacia sus monarcas y su reino, listos para enfrentar cualquier desafío que el futuro pudiera presentar.

Riona era bendecida de muchas maneras. A pesar de que su matrimonio fue arreglado, encontró en Ruairi, el rey de Dargoth, a un compañero extraordinario y amoroso. Ruairi no solo la respetaba como reina, sino que la veneraba como mujer y compañera. Para él, Riona era mucho más que una figura de autoridad; era su igual en todos los sentidos.

El amor entre Riona y Ruairi era evidente para todos los que los rodeaban. A pesar de las circunstancias de su unión, habían encontrado una conexión profunda y genuina que trascendía las formalidades de la realeza. Ruairi no solo admiraba la sabiduría y la compasión de Riona, sino que también valoraba su perspicacia y su capacidad para tomar decisiones difíciles en momentos de crisis.

Juntos, Riona y Ruairi formaban un equipo formidable, uniendo sus fortalezas y superando los desafíos que enfrentaban como monarcas. Su matrimonio no solo era un compromiso real, sino también un testimonio de amor y respeto mutuo que inspiraba a aquellos que tenían el privilegio de conocerlos.

Riona era aclamada como la reina más hermosa de toda Hibernia, y con razón. Su cabello castaño, con destellos dorados a la luz del sol, enmarcaba un rostro delicadamente esculpido, adornado con unos ojos color miel que destilaban sabiduría y compasión. Su tez bronceada y tersa, suave como el mármol blanco, era el lienzo perfecto para resaltar la gracia y la elegancia que emanaban de cada gesto y cada movimiento.

La belleza de Riona no solo residía en su apariencia física, sino también en la manera en que irradiaba bondad y nobleza en cada acción. Su presencia en la corte era como un faro de luz en tiempos oscuros, y su influencia se extendía más allá de las murallas del castillo. Admirada por su pueblo y respetada por sus pares, Riona era un símbolo de esperanza y fortaleza en un mundo lleno de incertidumbre y peligro.

Ideth Valdamir. El espíritu de la Reina Leonor.Donde viven las historias. Descúbrelo ahora