Capítulo 8: El juego del poder.

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La presencia de Roisin en el gran salón envió un silencio tenso a través de la habitación. A pesar del frío de la mañana, el ambiente se volvió aún más gélido con su entrada. Acompañada por su caballero, Roisin caminaba con una elegancia imponente mezclada con su habitual timidez, como si ya supiera cual sería el veredicto final.

Las miradas de las otras doncellas se desviaron de sus platos de desayuno hacia Roisin, con una mezcla de admiración y aprehensión. Sabían que, en cualquier momento, se revelaría quien sería la elegida para ocupar el puesto de doncella del rey durante los próximos treinta días. El corazón de cada una de ellas latía con nerviosismo, preguntándose quién sería la siguiente seleccionada.

Sin embargo, Nessa, con su habitual arrogancia, permanecía imperturbable ante la situación. Observaba a Roisin con desdén, como si estuviera segura de que ninguna otra doncella podría igualar su propia grandeza. Su confianza exudaba una presencia desafiante, como si estuviera desafiando al destino mismo a contradecirla.

Mientras el desayuno continuaba en medio de un silencio incomodo, todas las miradas permanecían fijas en Roisin, esperando ansiosamente el momento en que se revelara el veredicto final. El destino de todas las doncellas estaba en juego, y el peso de la incertidumbre colgaba en el aire como una densa niebla helada.

La risa despectiva de Nessa resonó en el gran salón, acompañada por su comentario mordaz: -Supongo que al rey no le gustaste-. Sin embargo, Roisin permaneció imperturbable ante sus provocaciones. Con una mirada fría, respondió con un simple gesto de cejas levantadas, dejando claro que sus palabras no merecían más que desdén.

La falta de reacción de Roisin solo aumento la irritación de Nessa, quien se propuso hacer de su desayuno un tormento constante. Durante todo el tiempo, Nessa continuo con sus comentarios sarcásticos y sus miradas llenas de desperdicio, como si estuviera determinada a hacer que Roisin se sintiera incómoda y se fuera del lugar.

Sin embargo, Roisin se mantuvo firme en su postura, sin ceder ante las provocaciones de Nessa. Su silencio era un escudo impenetrable contra las palabras hirientes de su compañera, demostrando una fortaleza interior que no podía ser quebrantada por la mera insolencia de Nessa.

Mientras tanto, el resto de las doncellas observaban la interacción con una mezcla de incomodidad y admiración por la serenidad de Roisin. Sabían que la verdadera prueba aún estaba por venir, y que Roisin estaba preparada para enfrentarla con valentía y dignidad, sin importar los obstáculos que se interpusieran en su camino.

Mientras las doncellas se encontraban reunidas en el gran salón, el rey Waila estaba en su habitación, recibiendo el desayuno y reflexionando sobre a qué doncella elegiría para acompañarlo. Deseaba tener una respuesta clara para el día siguiente. Entre las opciones, consideraba que Aurnia sería una buena elección. A pesar de su origen modesto y haber crecido en las calles, encontraba en ella ciertas similitudes con su difunta esposa, lo cual le generaba una sensación de familiaridad y confort.

Por otro lado, Waila estaba cansado de la sensación de familiaridad y buscaba algo diferente. Consideraba que elegir a Callen sería una excelente opción. Su energía era única y fuerte, lo cual despertaba su curiosidad y le hacía desear experimentar que se sentiría estar cerca de una doncella con tales características.

Waila se encontraba en un dilema, ya que ambas opciones pesaban mucho en su mente. Durante todo el día, no pudo evitar pensar cuál de las dos doncellas elegiría primero. La elección de Aurnia y Callen le resultaba difícil y llena de incertidumbre.

Roisin, aliviada de estar lejos de la presencia opresiva de Nessa, recibió con una sonrisa de diversión la invitación de las otras doncellas para la reunión en el castillo en ruinas esa misma tarde. Aunque mantuvo su compostura y no dejó traslucir su preocupación, en su interior estaba ansiosa por unirse a la discusión sobre Nessa y contribuir con sus pensamientos y opiniones al respecto. Sintió un cosquilleo de emoción ante la perspectiva de compartir su punto de vista con las otras doncellas y, quizás, formar una alianza para hacer frente a la arrogancia y el despotismo de Nessa.

Ideth Valdamir. El espíritu de la Reina Leonor.Donde viven las historias. Descúbrelo ahora