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𝓨 𝓭𝓮 𝓹𝓻𝓸𝓷𝓽𝓸 𝓶𝓲𝓼 𝓸𝓳𝓸𝓼 𝓬𝓸𝓵𝓸𝓻 𝓶𝓲𝓮𝓵 𝓼𝓮 𝓮𝓷𝓬𝓸𝓷𝓽𝓻𝓪𝓻𝓸𝓷 𝓹𝓸𝓻 𝓹𝓻𝓲𝓶𝓮𝓻𝓪 𝓿𝓮𝔃 𝓬𝓸𝓷 𝓮𝓼𝓸𝓼 𝓸𝓳𝓸𝓼 𝓬𝓪𝓯𝓮 ∞

𝘑𝘶𝘯𝘪𝘰 𝘥𝘦 2021 ( 𝘏𝘢𝘤𝘦 𝘵𝘳𝘦𝘴 𝘢ñ𝘰𝘴)

Suena la alarma de repente, es mi primer día de trabajo, la verdad estoy algo nerviosa.
Miguel se levantó antes que yo y se fué a trabajar, se le olvidó mandarme un mensaje de buenos días.
Parece que no le importo lo suficiente, llevamos casi siete años juntos y he dejado a mi familia por irme a vivir con él y su madre.
Creo que estoy echando a perder mi vida estando con él, siempre es muy tóxico todo.
Me miente, oculta conversaciones, hasta tuvo cibersexo con alguna chica, y yo no sé porque sigo con él, siento que el amor se me está terminando.
Pensaba que era el hombre de mi vida, hasta me tatué su inicial y todo, fue el hombre con quien perdí mi virginidad y dicen que eso deja huella para siempre.
La convivencia con su madre cada vez se me hace más pesada, se mete demasiado en mis problemas sentimentales con su hijo siempre en defensa de su hijo y yo ya me empiezo a cansar de ser la mala del cuento y que su hijo sea un santo.
Si hace derrapes con el coche o cualquier cosa de esas, en vez de echarle la bronca a su hijo me lo dice a mí como si yo tuviese la culpa de todo.
No sé cómo será tener a mi suegra de compañera de trabajo, pero hoy lo sabré.
Espero tener mucha paciencia.
Me peino con una coleta bien alta, me visto con unos leggins negros y una camiseta de tirantes roja, termino el vaso de café y me subo en el Seat Ibiza de la suegra.
Veo que tengo nuevos vecinos, viven en frente mío, son todos de piel oscura, y van a trabajar con nosotros.
Sandra, mi suegra les abre la puerta del coche, son tres morenos , se sientan en el coche.
Se produce un silencio incómodo, yo no puedo darme la vuelta y observarlos ya que eso me traerá problemas con mi suegra, que es súper desconfiada de mí.
Echo un vistazo al espejo y puedo ver a uno de ellos, tiene una sonrisa increíble, unos labios carnosos y gruesos, y unas rastas que me parecen de lo más atractivo que he visto nunca , siento mucha curiosidad de conocerlo mejor, me parece el más guapo de los tres.
Sigo mirando el espejo y de repente mis ojos color miel se encuentran por primera vez con esos ojos café.
Me miran y desvío la mirada rápidamente hacia otro lado, ruborizada.
Llegamos al trabajo.
Es mi primer día trabajando en el campo, recogiendo hortalizas para una cooperativa.
Mi suegra Sandra está con la encargada en otra punta recogiendo pimientos y yo estoy justo en mi fila y tengo al lado el chico moreno de rastas.
-Hola, mi nombre es Omar- me da la mano, intento no cogerle mano.
-Encantada, me llamo Amanda - le digo de pronto.
Seguimos recogiendo pimientos, y ya llené un capacho y lo voy a vaciar en cajas, mientras me dirijo hacia el remolque siento los ojos de Omar a mis espaldas , no saca la vista de mí.
Me sigue y vacía también su capacho en cajas.
-¿Tienes novio? - Me pregunta.
-Si, y de hecho Sandra es la madre de mi pareja - le respondo lo más educadamente posible.
-Vale - me dice con un pequeño hilo de voz.
Mi suegra se fue con la encargada a un internado a recoger lechugas y yo me quedé ahí en la finca con los morenos y otros chicos más.
Hay un chico que me resulta demasiado tentador, es ecuatoriano y siempre lleva una gorra puesta de Nike, vestido de marca de arriba a abajo, cubierto de tatuajes, unos ojos verdes increíbles y unos labios carnosos que dan ganas de besarlos, encima está sin camiseta y una no es de piedra, se me empieza a subir los calores. Su nombre es Brais pero no habla bien el español, no es de Brasil como yo, es extranjero de Ecuador.
Podría pasarme horas y horas mirándolo sin camiseta, siento un calor y una electricidad recorriendo mi cuerpo de arriba a abajo.
El corazón me late deprisa, a mil por hora y cuando lo tengo cerca no consigo controlar mi respiración, no entiendo que me está pasando.
Es como si este hombre tuviese el poder de tentarme y de olvidarme por un segundo que tengo una relación de siete años con Miguel, una relación que parece que el amor se está marchitando.
Empiezo a imaginarme a Brais desnudo haciendo el amor conmigo.
Tengo que conseguir su número como sea.
Empieza a llover y ya todos estamos recogiendo porque nos vamos, Omar y los otros morenos se van con Óscar que es el jefe, y mi suegra todavía no da llegado desde que se fue con Fátima que es la encargada.
Brais aún sigue ahí conmigo, encima yo no tengo batería para llamar a mi suegra.
-Hola - le digo de repente a Brais- ¿podrías dejarme tu móvil para llamar a mi suegra para que venga a buscarme?-
Brais, me deja su móvil y mi mano roza sin querer la suya, mi respiración es entrecortada, casi no puedo hablar.
Llamo a mi suegra y no contesta y le pido a Brais que le mande un mensaje, Brais se lo manda.
Sigue lloviendo y mi cuerpo cada vez está más cerca del suyo.
Mis pezones endurecen de repente y siento escalofríos, tengo muchísimas ganas de ser suya aquí mismo.
De que me bese apasionadamente y me tire del pelo, y me penetre con bestialidad.
Mi suegra llega con Fátima de repente interrumpiendo mis pensamientos, y se queda a hablar con Fátima.
Brais me acaricia la cara y me dice que hasta otro día y se va, por suerte mi suegra no vió nada.
Llegamos a casa, y me pongo a pelar patatas mientras mi suegra empieza a echarme una bronca solo porque Miguel no es capaz de ahorrar su sueldo , ni que yo tuviese la culpa.
Empiezo a llorar, porque estoy un poco harta de tantas discusiones porque estoy viviendo un infierno día tras día.
Llega Miguel de trabajar, me pregunta que tal el trabajo, le respondo que bien, intenta besarme y lo rechazo instintivamente. Se va al baño a ducharse, y como de costumbre se lleva su móvil con él, cada vez confío menos en él y cada vez el amor se me está terminando.
Nos acostamos en la cama, intenta tener intimidad conmigo y yo lo rechazo, se da media vuelta y empieza a dormir.
Doy una vuelta y me viene la imagen de Brais sin camiseta a la mente, por lo que me entran demasiadas ganas, me saco el tanga, y despierto a Miguel poniéndome encima de él, haciéndole el amor como nunca.
Cabalgo sobre su miembro erecto y grito con todas mis fuerzas, mientras lo hago mío, imagino que es Brais el que está desnudo tumbado gozando con mi cuerpo.
Suena la alarma, otro día más de trabajo.
Conseguí el número de Brais, en un descuido que tuvo mi suegra y cogí su número del móvil de ella.
Brais no fue a trabajar pero no hubo problema, le escribí un mensaje y me respondió con un guiño.
Y después le dije de quedar y me manda otro mensaje diciendo que si yo no tuviese novio sería mejor.
Le he mandado que el es mi tentación, y me pidió una foto desnuda.
Le mandé una y el me mandó una suya.
Es delicioso su miembro y me dan ganas de probarlo, el me llamó "Delicia" pero después sigo con la conversación porque tengo que trabajar.
Mi suegra se fue con Fátima al invernadero otra vez con las lechugas y yo estoy aquí con los morenos, y con las chicas.
Omar se acerca a mí, y yo me río mucho con Omar, me hace más amena la mañana.
El me habla un poco de su religión, que es musulmán y me dice que el alcohol es mal camino, yo le dije que me gustaba de vez en cuando beber un par de cubatas.
Omar me pide mi número de teléfono, pero prefiero no dárselo porque además somos vecinos, ya me estoy imaginando los problemas venir.
Hace demasiado calor,  y Omar ya empieza a sudar, pero no se saca la camiseta.
Coge una botella de agua y bebe, y me ofrece agua pero yo no bebo.
Lo observo mientras bebe, esos labios carnosos y tentadores y me lo imagino sin ropa.
El deja la botella y me dice que aún estoy a tiempo de cambiar, y dejar atrás mi vida como pecadora y convertirme al islam, yo la verdad me perdí en la conversación porque estaba imaginándomelo sin ropa al ver esos labios gruesos y de pronto llega mi suegra y me dice delante de todo el mundo que no me acerque a Omar. Ella como siempre desconfiando de mí.



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