Cita

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Abril suspiró y se encogió de hombros, gire los ojos divertida y besé su mejilla.

—Ya vengo, solo voy al baño. Murmuré, asintió y se dio la vuelta para caminar a las gradas. hasta que me fui y aquella salió de mi campo de visión.

Realmente iría a buscar a Félix, no lo veía desde hace una media hora que desapareció de repente, Jules tampoco estaba y eso me inquietaba.

Entre al edificio imponente que esperaba frente a la cancha enorme de Rugby.

Cuando entre, alcé la vista al pasillo y vi los cabellos largos de Jules desaparecer tras una puerta, reí divertida, la seguí y había un salón con las constelaciones proyectadas en el techo, salí de mi pequeño intento de buscar a Jules y entré, sonreí y pasé mi mano por los escritorios lentamente, observando todas las estrellas.

Alguien aclaro su garganta frente a mi, bajé mi vista y Félix estaba ahí, más guapo de lo normal, sus cabellos desordenados caían por su rostro aleatoriamente, sonreí.

—Félix, llegarás tarde a tu partido. Murmuré con una sonrisa boba y me acerqué a él hasta que una de sus manos se posó en mi pecho para detenerme, sonreí.

—Solo tengo cinco minutos, tres para hablar y dos para besarnos. Dijo, reí.

—¿De qué quieres hablar? Pregunté.

—Me gustas, y lo sabes. Desde hace meses, desde el primer momento en que te vi, apenas y te sentí cerca sabía que teníamos que estar juntos. Realmente no sé cómo hacer esto..,—Rio con nerviosismo e hizo una larga pausa—pero, ¿Puedo ser tu novio?

Me abracé a su pecho y asentí.

Dios, el tambor dentro mi pecho no dejaba de sonar, se golpeaba violentamente contra mi caja torácica, ¿Por qué tenía que hacerme sufrir tanto?

¿Era mi novio?

Agarró mi mejilla alzando mi rostro y besó mis labios con agresividad.

Toc.

Toc.

—Mierda. Murmuró

—Ve, suerte. Dije con una sonrisa—Te adoro, eres la mejor. Cuando acabe, así ganemos o no, tendremos una cita y será la mejor cita que vas a tener.

—Está bien. Dije entre risitas y cuando salió corriendo por la puerta observé el lugar, las constelaciones seguían moviéndose en el techo y cuando bajé la vista para apagar el proyector vi un ramo de flores de diferentes tipos, sonreí.

"Gracias"

Me estremecí, pegué las flores a mi pecho y las olí, me di la vuelta y salí de el salón, daba igual la máquina, ¿me amaba?

Cuando salí a la cancha lo vi corriendo con un balón en brazos, podía no entender nada, pero el marcador tenía dos puntos a favor suyo.

Supuse que cuando estábamos ahí ya había empezado el juego.

—¿Y esas? Jules salió detrás de mí con un ramo un poco más grande de tulipanes rosas.

—Son de Félix.

—Eh... Estás me las dio él.

—¿Segura? Estaban en el salón y tienen su letra—Entonces ahora tienes dos—Dijo, asentí y revisé la tarjeta una segunda vez, corroborando que fuera su letra, seguí al pelinegro con la mirada e hizo un punto, me buscó con la mirada en las gradas y cuando me ubico frente a la puerta de salida, me regaló una sonrisa.

«Te quiero» Formuló con los labios, no le respondí.

Corrió hacia mi y me envistió con un abrazo, rodeé su cuello con las manos y besé sus labios y me molestaba sentir que todo el mundo nos veía.

Your Sweet Kisses| Riverduccion Donde viven las historias. Descúbrelo ahora