CAPITULO 23

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Jin

La piel del dorso de mi mano todavía ardía por el contacto con los labios de Jungkook. Me quedé mirando su perfil, el ligero vello que cubría su mandíbula, el sol poniente tornaba su piel dorada. Siempre había sido perfecto, pero siempre fuera de mi alcance.

No podía creer que me estuviera diciendo que existía una posibilidad para esto. Para nosotros.

De todo lo que había sucedido en las últimas veinticuatro horas, esto fue de alguna manera lo más impactante. Había estado esperando que mi acosador hiciera algún movimiento, y algo como el intento de secuestro había estado acechando en el fondo de mi mente como una posibilidad.

¿Pero esto? No lo había visto venir. Ni en un millón de años.

—¿Quieres decir que...?

—Sí —dijo, como si fuera la cosa más fácil del mundo—. Sólo lamento no haberme dado cuenta antes. Nunca te he visto como cliente o amigo, Jin. Siempre has sido más que eso para mí, pero no me di cuenta de por qué.

—¿Qué cambió? —Dije, con la garganta apretada cuando se me ocurrió algo—. ¿Tú... te relacionaste con otro chico y te diste cuenta de que eres gay o bi?

—No —dijo Jungkook, aliviando el estrangulamiento en mi garganta—. Y no soy gay ni bisexual, soy demi.

Demi.

—¿Sabes lo que eso significa?

Sacudí la cabeza, tratando furiosamente de seguir el ritmo de lo que Jungkook me estaba diciendo.

—Por supuesto que sí. Incluso si no hubiera asistido al Pride desde que era adolescente, Blake el de la tienda de tatuajes es demi. Yo solo... Nunca se me ocurrió que podrías serlo.

—No sabía que existía el término —confesó Jungkook—. Después de sincerarme con Will sobre el hecho de que en realidad no me siento atraído por nadie, ni hombre ni mujer, sugirió que podría estar en el espectro asexual.

—No te atrae nadie... ¿pero te sientes atraído por mí?

Su mirada se apartó de la carretera y me recorrió de una manera que hizo que mi polla se pusiera rígida.

—Sí, Jin. Lo estoy. Así me di cuenta de que era demi. Me atraes porque primero tuvimos la conexión emocional.

—¿De verdad? — No había forma de ocultar la incredulidad en mi voz—. Porque en todas las veces que te la chupé, apenas me tocaste. Supuse que solo te estabas imaginando a una mujer.

Hizo una mueca y su pulgar acarició el mío.

—Lamento haberte hecho sentir así alguna vez. Si ayuda, nunca me imaginé a nadie más. Incluso desde que paramos, has sido tú. Eres la única persona que recuerdo o imagino.

Sacudí la cabeza, deseando desesperadamente creer lo que me estaba contando, pero era demasiado difícil. ¿Y si nos poníamos a ello y se daba cuenta de que estaba equivocado? ¿Y si entraba en pánico y volvía a marcharse?

Quizás fuera una putada dudar de él, pero me había quemado demasiadas veces como para confiar en él.

—Hay una gran diferencia entre recibir mamadas y hacer otras cosas sexuales con un chico.

Me lanzó una mirada confusa.

—Sí, soy consciente de eso.

—¿Qué pasa si empezamos a hacer otras cosas y te das cuenta de que no te gustan? 

Jungkook se quedó en silencio por un momento.

—¿Estás diciendo que si soy completamente asexual, si no me atraes sexualmente, entonces no querrás estar conmigo? ¿Es el sexo un factor decisivo?

SIN ARREPENTIMIENTOSDonde viven las historias. Descúbrelo ahora