CAPITULO FINAL

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Jin

Mis palabras resonaron en la habitación cuando Jungkook finalmente dejó de moverse. Me miró entrecerrando los ojos, como si estuviera sorprendido de verme allí.

—¿Jin?

Tragándome la bilis, tiré de Jungkook para que se pusiera en pie y pasara por encima del charco de sangre.

—Estoy aquí. Estás bien.

Me cogió la cara y frunció el ceño. Al levantar la mano, se estremeció al ver el rojo que la manchaba.

—Oh. Mierda.

Se dio la vuelta, contempló lo que quedaba de la cara de Smith y se balanceó en el sitio.

—Lo maté.

—Está bien —dije suavemente, agarrando su mano y jalándolo hacia la cocina. Lo empujé hacia una silla de la cocina, mojé un paño y lo usé para limpiar la sangre que le salpicaba la cara—. Me estabas protegiendo. No te sientas culpable.

—Jin. —Tocó suavemente mi muñeca y parpadeó hacia mí—. No me siento culpable. Tenía un arma e iba a dispararte. Merecía morir. No es la primera vez que mato. Al estar en el SAS, en cierto modo era parte del trabajo.

—Entonces, ¿por qué te asustaste?

Su mirada se resignó mientras recorría la sala de estar y regresaba.

—Yo lo maté, Jin. Debería haber mostrado más moderación. Estaré siendo investigado por un cargo de asesinato por esto. En el mejor de los casos, homicidio involuntario.

Mi estómago golpeó el suelo.

—No. No. Fue en defensa propia.

La mirada de Jungkook fue cansada cuando se encontró con la mía.

—Puedo argumentar eso, pero al fin y al cabo, soy un exsoldado altamente capacitado. Uno que es más que capaz de desarmar y contener a un atacante sin hacerle daño. La fiscalía se divertirá con eso.

Las lágrimas comenzaron a quemarme los ojos mientras sacudía la cabeza hacia él.

—Esconderemos el cuerpo. Nos desharemos de todas las pruebas.

—Jin, su ADN está en todas partes —dijo Jungkook suavemente, con voz espesa—. Su auto está afuera. Las cámaras de seguridad lo mostrarán conduciendo en esta dirección. No haría falta ni siquiera el detective más humilde para atar los detalles.

—No puedes simplemente rendirte —gruñí—. No voy a dejar que te aparten de mí.

—Yo tampoco quiero eso —susurró—. pero no creo que tengamos otra opción. Debería haber tenido más control. Pero vi el arma apuntándote y...

Su voz se apagó y abracé su cabeza contra mi estómago.

—Lo sé, Jungkook. Yo hubiera hecho lo mismo. Si la situación fuera al revés, tampoco lo habría dejado vivir.

—Lo siento —sollozó— Lamento haberlo jodido todo.

—No lo has hecho —dije, con la esperanza encendiéndose en mí cuando se me ocurrió una idea—. Y no me voy a rendir. No todavía, de todos modos. Vas a hacer una llamada.

Jungkook se apartó para mirarme sin comprender.

—¿Qué? ¿A quién? ¿Quién podría ayudarnos con esto?

🎧🎧🎧🎧🎧

—No me gusta esto.

En privado estuve de acuerdo, pero en realidad, ¿qué opción teníamos?

SIN ARREPENTIMIENTOSDonde viven las historias. Descúbrelo ahora