please Charlie...

Capítulo 9: bufón triste

Que mal momento, tener que ver como quienes más tu quieres se pudren en tan solo segundos, los gritos de angustia y temor resuenan en tu cabeza y lo único que puedes hacer es mirar la escena desde un ángulo en donde lo puedes ver todo, el líquido carmesí no dejaba de escurrir, sentías aquel líquido tan conocido, como si llevases dentro, pero no era tuyo, era tan extraño, tan horrible, tu corazón latiendo por mil, tu respiración acelerada y las lágrimas saladas humedeciendo tu piel, el dolor de cabeza no se iba, querías correr y abrazarla, apoyarla, estabas tan arrepentido y lo único que hiciste antes fue ser egoísta, valla mierda...

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Un nuevo día comenzaba, el sol resplandecía por la ventana, otra vez en un hospital, pero ella jamás pensó ser quien estaba postrada en una camilla donde sólo unos cables la mantenían viva, sus ojos cerrados y expresión calmada hacían creer que aún experimentaba el sueño de tiempo indefinido, pero ella se sentía tan despierta, lograba escucharlo todo, solo que no podía ver, ni moverse, solo escuchar, la máquina que replicaba sus latidos, el sonido de voces en los pasillos, y el agarre en su mano proveniente de alguien.

Fang desde que la vio caer intento estar con ella el mayor tiempo posible, las visitas tenían tiempo límite por lo que no podría estar todo el tiempo que quisiese ahí, apretaba la mano helada de Charlie mirándola triste, Maisie no hablaba pero estaba igual de mal que Fang y Buster solo se paseaba de un lado a otro por el frío cuarto, estaba igual de triste que sus compañeros, veían a Charlie como uno más de ellos por lo que fue inevitable ir a verla.

—Dios... me siento horrible, yo... debí apoyarla más...– era tan extraño ver a Fang tan triste, se la pasaba tirándose culpas, Maisie chasqueo los labios y camino hacia Fang, colocando sus manos en sus hombros, frotandolos un poco.

—estaba pasando un mal momento, no fue tu culpa, pero si... no debimos dejarla ir al escenario, se sentía mal...— Maisie miraba el rostro pálido de su amiga, le dolía bastante, no es que la conociese de toda la vida pero le había agarrado mucho cariño, Buster se quedó quieto en un lugar para voltear a mirar a sus compañeros quienes compartían sus opiniones, el simplemente no quizo animar ya que era consciente de que no era el momento, se dirigió hacia el resto de su grupo y los abrazo a ambos en silencio, Fang parecía el más afectado y tuvieron que estar ahí para apoyarlo, se sentían culpables de cierta forma y Charlie solo podía escuchar todo sin decir algo y sin poder llorar, tan limitada, era tan abrumador.

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En el palacio de CandyLand el ambiente era igual de tenso, el castillo estaba cerrado y Mandy estaba reclamándole a Chester, como siempre, pero el bufón solo vagaba en sus propios pensamientos, recorba el oscuro y sangriento momento, no podía llorar, y no dabia el por que, los gritos de su novia eran completamente ignorados lo que la molestaba más, veía el tranquilo rostro de Chester y simplemente sabía que no podía quedarse con eso, tomo a Chester de los hombro y lo sacudió con fuerza pero aun nada, el no respondía, estaba más que ahogado en sus pensamientos, Mandy gruñó fuerte y lo abofeteo antes de irse molesta de ahí, el bufón solo pudo poner su mano en el lugar del golpe, no sabia exactamente que pensar, no pudo dormir nada, comer nada, nisiquiera se sentía cansado, se sentía tan vacío, como si realmente algo estuviera el haciendo mal, o permitiéndo, no lo sabia exactamente...

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La brisa con ese tan único olor dulce chocaba contra su cara y jugando con su cabello, se sentó en una banca cualquiera, no tenía ganas de nada, pero empleo no se sentía el mismo, sentía a Mandy menos cálida, su mente daba vueltas y vueltas, no lograba pensar con claridad y las ganas de vomitar todo lo que comió lo invadieron, jugaba con sus dedos sin prestar mucha atención a lo que sucedía a su alrededor, sintió a alguien sentarse a su lado pero no le presto atención, siguió metido en su mente, no obstante, una melodía de guitarra a su lado llamó su atención, miro ligeramente hacia al lado y el traje de mariachi que traía el chico lo hicieron suspirar, Poco por lo general apañaba demasiado, era de esos que lograban saber lo que uno siente, te dice cosas que te hacen reflexionar más de lo que deberías, por lo que esto frustró al bufón, no quería tener mas cosas en la mente o vomitaria muy pronto, se quedo callado escuchando la suave melodía, poco no tardo mucho en hacer saber el por qué estaba ahí...