❅. 𝐈

1.5K 194 8
                                    

Unos pequeños rayos de sol se colaban por la ventana, golpeando el rostro del omega que dormía tranquilamente, empezando a despertar por la molestia,se talló los ojos con sus manos y salió de la cama, dirigiéndose hacia la ventana admirando la her...

¡Ay! Esta imagen no sigue nuestras pautas de contenido. Para continuar la publicación, intente quitarla o subir otra.

Unos pequeños rayos de sol se colaban por la ventana, golpeando el rostro del omega que dormía tranquilamente, empezando a despertar por la molestia,se talló los ojos con sus manos y salió de la cama, dirigiéndose hacia la ventana admirando la hermosa vista de la playa de Marsella, a veces piensa que es un sueño, que no vive en Francia, en esa hermosa ciudad, que pronto despertará y todo desaparecerá, pero para su suerte esa es su realidad, todo gracias a su alfa; siempre que se levanta a admirar la vista desde su ventana agradece el haber encontrado al amor de su vida, a su alfa, el hombre que daría todo por él, bajó su vista a su mano izquierda observando el hermoso anillo de oro con pequeñas incrustaciones de rubis.

Sonrío inconsciente pensando en su alfa, empezó a caminar al baño para ducharse, se quitó la bata de seda que llevaba puesta seguida de su ropa íntima; entró a la ducha y abrió la llave para que saliera agua tibia. Después de unos minutos cerró la llave y tomo una toalla colocándosela alrededor de la cintura fue al lavamanos y cepilló sus dientes.

Salió del baño para ir al inmenso armario que tenía la habitación tomó unos interiores negros, una camisa suelta de color crema y unos pantalones negro que le quedaban un poco apretados dejando relucir su figura a la perfección, se colocó unos zapatos negros y peinó su cabello con total tranquilidad, cuando estuvo listo salió de la habitación viendo como un alfa lo aludaba con una reverencia, el asintió con la cabeza y el alfa volvió a enderezarse.

—Buenos días Seigneur— hablo el alfa con un tono neutro.
«Señor».

—Buenos días— respondió el omega desinteresado, no soltaba palabra a menos que sea necesaria.

Empezó a caminar por el pasillo con el alfa detrás de él, llegaron hasta el comedor donde el omega se sentó al frente de la mesa, no esperó más de cinco segundos ya que las sirvientas habían entrado llevando su desayuno.

El pelinegro desayunó tranquilo, unos ricos croissant y una taza de café, no era muy fanático de este pero de vez en cuando disfrutaba de tomar una taza en la mañana, cuando hubo terminado se levantó de la mesa y se dirigió a otra habitación con el alfa aún siguiéndolo, más no reclamo nada de hecho ya estaba acostumbrado.

Antes de entrar miró expectante al alfa esperando una respuesta sin pregunta, el alfa al ver al omega entendió lo que quería escuchar y simplemente hablo.

—Su esposo dijo que llegará un poco tarde ya que tiene unas reuniones importantes que no puede posponer— dijo el alfa con un poco de nerviosismo, siempre que le tocaba hacer esta parte de su trabajo no terminaba muy bien que digamos. Se sorprendió mucho al ver que el omega solo asintió con la cabeza entrando a la habitación sin decir más, el alfa solo se quedó afuera de la habitación custodiando la puerta, por si al omega se le ofrecía algo, después de todo ese era su trabajo velar por la seguridad del omega y estar siempre a su disposición.

El pelinegro se adentro a la habitación llena de pinturas, esculturas y bocetos; se detuvo un momento para admirar sus creaciones, cada vez que tenía tiempo libre iba a su estudio y se concentraba en pintar o crear algo que sea de su agrado.

Tomó asiento en una silla frente a un cuadro que estaba cubierto por una fina tela blanca, la quito dejando ver el retrato de un hermoso joven con piel nívea y cabello azabache, con hermosas facciones y una mirada llena de poder y autoridad, el omega paso las yemas de sus dedos rozando a penas la pintura dejando salir un suspiro.

—No creas que será así siempre— hablo el omega dirigiéndose a la pintura con un tono dulce— lo dejaré pasar porque me has complacido bien amor— continuo alejando la mano de la pintura dejando ver a penas un destello rojo en sus ojos —Entiende, que lo único más importante para ti soy yo, pero dejaré que trabajes en paz solo está vez, por el inmenso amor que te tengo— termino de decir el omega para tomar el retrato y colgarlo en la única pared que estaba completamente limpia, alejándose de la pintura y admirarla por un momento.

Sonrío satisfecho por tal hermosa obra de arte. Tomó un cuadro nuevo, pinturas y pinceles, empezando a trazar delicadas líneas sobre el lienzo, para volver a crear una nueva obra de arte, porque llamenlo egocéntrico pero toda pintura o escultura que crea, para él es una obra de arte, que debería exhibirse en el museo de Louvre, así pasó su mañana pintando lo que su mente se le ocurriera, dejándose llevar por su imaginación.

Paso todo el día encerrado en su estudio, pintando y creando, terminó de hacer el hermoso paisaje de un lago con algunas montañas al fondo, el cielo en un tono naranja reflejando una hermosa puesta de sol, levantó la vista hacia el reloj de la pared, notando que se hicieron las tres de la tarde, se levantó de su silla y cubrió el cuadro un una tela fina, guardó sus pinceles, tomó una toallita húmeda del paquete que estaba sobre la mesa, limpiando sus manos, sin dejar ningún rastro de pintura, para después desecharlo en la basura.

Paso todo el día encerrado en su estudio, pintando y creando, terminó de hacer el hermoso paisaje de un lago con algunas montañas al fondo, el cielo en un tono naranja reflejando una hermosa puesta de sol, levantó la vista hacia el reloj de la par...

¡Ay! Esta imagen no sigue nuestras pautas de contenido. Para continuar la publicación, intente quitarla o subir otra.

Caminó hacia la puerta para así salir de su estudio, se dirigió al alfa haciendo señas con la cabeza y éste asintió caminando delante del omega hasta que salieron de la mansión, esperó un momento, hasta que un vehículo negro se detuvo frente a ellos, el beta que lo iba manejando salió, y le entrego las llaves al alfa, quien abrió la puerta trasera para dejar entrar al omega, luego tomando asiento de chófer y arrancar el auto.

—¿A dónde Señor Jeon?— pregunto el alfa viendo al omega por el retrovisor.

—Quiero un chocolate caliente— dijo sin más el omega viendo por la ventana, las hermosas calles de la ciudad y su arquitectura, los bulevares y calles rectas donde se edifican imponentes casas particulares con un toque moderno, demostrando lo imponente de la ciudad, siguió observando esperando llegar a su destino —¿Conoces algún buen lugar?— preguntó el omega.

—Hay una nueva cafetería, cerca del centro comercial— dijo el alfa —dicen que es bueno, ¿Quiere ir allá señor?— pregunto está vez el alfa viendo por el espejo retrovisor al omega, quien simplemente asintió con la cabeza, sin separar su vista del camino, su celular vibró y lo saco del bolsillo de su pantalón, abrió la notificación sonriendo al ver el mensaje.

"Siempre leal a mi único amo".

El primer capítulo, espero lo disfruten

¡Ay! Esta imagen no sigue nuestras pautas de contenido. Para continuar la publicación, intente quitarla o subir otra.

El primer capítulo, espero lo disfruten...

❝ 𝐌𝐨𝐧 𝐌𝐚𝐢𝐭𝐫𝐞 ❞  ᵏᵗʰ · ʲʲᵏDonde viven las historias. Descúbrelo ahora