❅. 𝐈𝐗

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Eran la diez de mañana del sábado, el día de la reunión con los rusos

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Eran la diez de mañana del sábado, el día de la reunión con los rusos. Jungkook estaba en su despacho revisando unos documentos sobre su próximo desfile de modas. Debía consultar con su esposo el lugar y la decoración.

Él por muy diferente a los demás alfas que creían que los omegas solo servían para complacer al alfa y dar cachorro, incluía a su omega en todo lo que tenía que ver con el trabajo,pidiéndole además ayuda con las cuentas.

Él como alfa estaba en contra de los pensamientos alfistas. Le parecía un montón de mierda.

Imbéciles.

Los omegas no son objetos para que los alfas se diviertan. Ellos son lo más hermoso que la Diosa Luna les pudo regalar, siempre lo pensó y lo confirmó aún más cuando conoció a Taehyung, ese tierno y demandante omega.

Un toque en la puerta le sacó de sus pensamientos, alzó la mirada de los papeles que antes leía, dando su consentimiento para que pasen siendo que luego, un pequeño beta entrara al despacho, saludándole con una reverencia.

—Disculpe que lo interrumpe— habló el menor con la mirada en el suelo —El Seigneur dice que ya todo está preparado. Lo está esperando en su habitación— terminó de decir el chico.

El mayor asintió, el chico volvió a reverenciar y salió del lugar. Jungkook guardó los documentos que tenía sobre el escritorio en uno de los cajones y luego de asegurarlos con llave se levantó de su silla para encaminarse hacía la puerta, saliendo de su despacho.

Se encaminó a su habitación a paso lento, dónde lo esperaba su lindo esposo, y cuando llegó a la puerta de ésta, tomó el pomo y la abrió, dejando ver la más espectacular vista que sus ojos pudieron presenciar.

Taehyung vestía un hermoso y elegante traje color crema, con una camisa blanca y una corbata de un tono un poco más oscuro que el traje, teniendo pequeños detalles él, tenía un pañuelo de bolsillo del mismo color que su corbata y unos zapatos de vestir de negro pulido. Su hermoso cabello negro perfectamente peinado, sus labios carnosos de un tono rosa, un arete de oro en su oreja derecha a juego con su anillo de matrimonio, su mirada penetrante en esos precios ojos color avellana. Jungkook se quedó embobado admirando la beldad de su esposo.

Perfecto.

Taehyung era la perfección en persona.

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❝ 𝐌𝐨𝐧 𝐌𝐚𝐢𝐭𝐫𝐞 ❞  ᵏᵗʰ · ʲʲᵏDonde viven las historias. Descúbrelo ahora