¹Demon World •|KNY|• Kokukai [Continuación]

018

Gracias por
morir.
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- ...¿Entonces Enmu perdió?... -pregunto extrañado al mayor de los demonios-

Lo primero que paso por su cabeza en esos momentos fue la sorpresa, pues no creía que aquello fuera cierto o si siquiera real, pero al ver a su superior con tanta tranquilidad y sin verse afectado por aquello supo que no era una mala broma.

(Aunque de igual manera, su amo no les permitía con tanta facilidad mentir)

- Al parecer fue derrotado por un par de novatos y entre ellos el niño que Muzan-sama busca. -hablo kokushibo con serenidad, si estaba molesto lo disimulaba muy bien, Enmu no era relevante para el sin embargo el que hubiera tenido la atención de su amo por un par de días era algo de su interés– Fue una total desgracia. Y una perdida de tiempo, lamentablemente.

Había llamado a Kaigaku a la fortaleza porque era el único lugar donde podrían tener un poco de paz, cuando se enteró de la muerte de enmu quiso comunicárselo al pelinegro, kokushibo pensaba que Kaigaku estaba enojado por culpa de enmu y su favoritismo (envidia)

Ridículo. Que podría envidiar Kaigaku de enmu. Nada.

- Ja, se lo merece. –kokushibo no quería decir que era cierto pero las circunstancias (y su amo) no se lo permitían– me alegro que perdiera.

- Guarda tus comentarios. Si hay algo que molesta al amo muzan es oir como estás en contra de sus decisiones. –hablo con seriedad– controlate.

- Perdone que no pueda contener mi felicidad –comento sarcastico– , en serio.

Kokushibo se levantó. Sintio su cabeza vibrar, algo no estaba bien. Tenía cosas que hacer. Su amo lo habia comunicado tambien. Debía irse.

Kaigaku se sorprendió de la rapidez con la que la creciente se había parado, lo vio darse la vuelta y desaparecer rápidamente con el sonido del biwa. Le molestó que ni siquiera le hubiera dicho algo.

La fortaleza infinita es un lugar donde los demonios más fuertes se reúnen, esto solo ocurre cuando su amo lo considera importante, es la técnica de la mujer. a Kaigaku le parece fascinante el lugar, tan grande, tan espacioso y sobre todo especial.

Recorrió un par de pasillos (y con la ayuda de nakime) llegó al cuadrilátero dónde había ocurrido la masacre, como el lo llamo. Se inclino un poco y observo como la sangre aún estaba ahí, al tener muchos cuartos y el poder para crear estos mismos no se molestaban en limpiar el ultimo desastre sangriento que habia ocurrido ahi.

Se sabe también que la fortaleza tiene demonios sin conciencia, cosas que solo atacan por deporte o talvez por comida quien sabe, pero están ahí en las profundidades del vacío oscuro que la fortaleza brinda. Tan profundo, tan hondo, sin fondo.

- Disculpa, mujer del biwa. –dirigió su mirada a la mujer la cual no se movió para nada.

La mujer que estaba tan tranquila en lo alto del lugar regreso a verlo, no habla mucho pero esa era una de las razones por la cual le agradaba, su silencio era sepulcral y en algunas ocasiones era aterrador pero resultó también ser perfecto para la ocasión a pesar de que, era tan poderosa.

»Y no tiene nada que ver con que sea mujer.

- Quisiera saber, dónde..se encuentra la creciente ahora mismo. –nakime no solia sorprenderse por muchas cosas aún así su mente era diferente, era muy pensativa y algo descuidada pero sus pensamientos estaban controlados y muchos de ellos muzan los había ignorado. La pregunta la había sorprendido en serio pero sabía disimularlo, lo sabía, si. pero no era de su incumbencia decírselo al niño.