𝟎𝟏𝟏

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𝐋𝐚𝐬 𝐏𝐢𝐞𝐫𝐧𝐚𝐬 𝐃𝐞 𝐃𝐨𝐠𝐃𝐚𝐲

DogDay despertó alterado, ya no estaba en la misma celda de antes

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DogDay despertó alterado, ya no estaba en la misma celda de antes. La cama era muy cómoda, algunas sábanas tapaban parte de su cuerpo, este se movió un poco. Quito la sabana descubriendo que la gran herida de bajo suyo estaba cosida.

Lo recordó, esa humana lo había sacado de esa prisión. No, un ángel lo rescato.

Observo la habitación en la que se encontraba. Estaba un poco más limpia que el lugar donde antes se encontraba. Busco con la mirada a su salvadora, la puerta se abrió. Poppy y Kissy entraron.

—Gracias a Dios, ya despertaste—Poppy se acercó a la cama—¿Como te sientes, DogDay?

El can tardo en responder, seguía aturdido.

—¿Cómo... como fue que llegue aquí?

Poppy río.

—Mi ángel te trajo hasta aquí, es nuestra "guardia", estamos a un lado de la escuela. Ángel acaba de salir a conseguir algunas cosas para poder curarte—La muñeca de porcelana suspiró—Me alegra que sigas con vida.

—¡Llegamos!

La puerta se abrio, Amy llegó junto con Huggy y Kissy, los dos más grandes traían cajas con las partes para reparar las piernas de DogDay, la más baja traía un botiquín médico y una bolsa con comida enlatada.

MinCat bajo del hombro de Amelia, agarro una barra de frutas y se la llevó a DogDay.

—Eh, gracias pequeñin.

El gatito maulló como respuesta y volvió con Amy.

DogDay quito la envoltura de la barra de frutas, en cuanto probó el alimento las lágrimas salieron de sus ojos, ya habían pasado años desde que no comía, lo que de vez en cuando le daba CatNap de comer eran los restos de sus amigos muertos y humanos.

Amelia al verlo así dejó la bolsa, el botiquín y el GrabPack en el suelo y se acercó a abrazarlo. El can al sentir al ángel de Poppy rodearlo con sus brazos para abrazarlo con cariño y empatía lloro con más intensidad, de inmediato la abrazo también.

—Ya, ya, ahora estás a salvo...—La rubia calmaba al líder acariciando su cabeza—Ya pasó...

—Gracias, gracias, gracias...—Murmuró el perro anaranjado, este oculto su cara en el pecho de Amy.

—Me agradeces después—Amelia se separó de él y limpio sus lágrimas—Ahora te vamos a curar y poner tus piernas de vuelta...

—¿Mis... mis piernas?

Amelia río un poco al ver la mirada de esperanza y confusión del can.

—Si, yo te saque de ahí y ahora yo me haré cargo de ti, para empezar, tendrás tus piernas de nuevo.

𝐒𝐥𝐞𝐞𝐩 𝐖𝐞𝐥𝐥---𝐄𝐧𝐜𝐮𝐞𝐧𝐭𝐫𝐚 𝐥𝐚 𝐟𝐥𝐨𝐫 ✿... Donde viven las historias. Descúbrelo ahora