Los dias siguientes pasaron en un borrón. Mi cuerpo estaba presente pero mi mente no. Mi cerebro simplemente estaba en otra sintonia que la de mi cuerpo.O al menos así lo sentí, quizas el hecho de que no era capaz de reconocer a mi propio hermano no ayuda mucho que digamos.
No supe que pasó con Ian McCoeh hasta que, por razones desconocidas para mi, nos reunieron en el comedor.
Para esto mi mente ya estaba casi por completo en sus cabales y tenía menos problemas reconociendo a las personas, e incluso ya habia dejado de estar imaginando cosas.
Cosas como que con solo pensarlo objetos vinieran a mi durante mi tiempo de "descanso" en mi habitación.
Henry camina detrás de mí en silencio. Sus botas militares no haciendo ningun ruido al chocar contra el blanco e inmaculado piso.
-- Hola -le digo girando mi cuerpo y comenzando a caminar de espaldas. Me puedo dar el lujo de hacerlo por que me se completamente de memoria el trayecto- creo que ya estoy de vuelta.
Henry solo sonríe y me da una mirada... diferente a las que he le visto darme.
-- Lo puedo notar- sus ojos se fijan en algo detras de mi y tratsn de detenerme, pero yo simplemente me hago a la izquierda y continuo caminando.
Un grupo de cuatro guardias pasan a nuestro lado sin siquiera mirarnos, curiosamente no van hablando, y los ruidos que hacen con sus botas no son muy fuertes.
-- ¿Como supiste que estaban ahi? -encojo mis hombros.-- Los escuche venir -me mira sin comprender lo que estoy diciendo.
-- Pero ellos doblaron la esquina y sus pasos son muy silenciosos, yo no los escucho - y como hice segundos atrás encogí mis hombros.
No hace ningún comentario más y cuando esta a punto de decirme algo, me detengo y doy la vuelta esperando a que entre el codigo de acceso al comedor.
Entramos y él se posiciona dónde siempre mientras que yo voy a sentarme en las primeras filas de sillas que han colocado frente a un podio. No veo ninguna cara conocida. Y no somos tantos como creí que seríamos. Los dos asientos a mis lados estan vacios. Somos al menos unas treinta personas en total aunque el número de sillas es mayor, por lo tanto cada quien es libre de tener cierto espacio pasa sí.
Trevor McCoeh entra a la sala seguido de al menos veinte científicos. Una figura muy palida entra despues de ellos y se dirige a sentarse entre nosotros. Más precisamente a mi lado.
Su mirada esta ausente. Me toma varios minutos llamar su atención de vuelta a la realidad.
-- ¿Estas bien? -El solo niega con la cabeza y me mira directamente a los ojos. Sus ojos estan un poco inyectados en sangre, y noto que uno de sus ojos ya no es azul, sino se ha puesto color lavanda. Miro a todos a mi al rededor y noto que todos tienen los ojos de diferente color.
¿Es un efecto secundario?
-- ¿Aún te duele? -le vuelvo a preguntar y el asiente debilmente. Noto que en sus brazos aún tiene cortadas y mas cicatrices. Y su pié tiene un yeso. Le rompieron los huesos del pie para vera efectividad de los sueros.
-- Ya se te pasará -Ian me mira a los ojos directamente. Y traga un nudo que se le ha formado en la garganta por evitar llorar.
-- ... y por lo tanto, en los próximos meses seran entrenados para que se entrenen sus habilidades especiales. No garantizo que todos llegarán al final del entrenamiento, pero les aseguro que sus familias estan siendo muy bien recompenzadas por los servicios especiales que estan prestando aqui dentro de las instalaciones de CEGYA, y a la humanidad.
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Experimento 097 (Pausada)
Научная фантастика¡Por favor no! ¡Detenganse por favor! Sin importar cuanto suplique, sin importar cuantas lagrimas derrame, sus gelidas miradas se posaron en mi pero ellos continuaron con lo que era su deber. Y pensar que muchas personas, sufrieron esto antes que...