Experimento 097 - Capítulo 6

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Tiempo restante para "El gran dia":
Diecisiete dias, catorce horas y treinta minutos.

Una semana.

Llevo exactamente una semana con tos. A Vanderschoft y Skevian les preocupa que los efectos secundarios de los ultimos sueros que me aplicaron puedan estar apareciendo apenas. Yo sinceramente lo dudo, ya que no soy la unica que está con esta sintomatología. Ya somos siete segun escuché.

Los ataques de tos son mas fuertes durante la noche. Y cada vez siento que estoy muriendo.

Comienza como un poco de tos ligera, pero poco a poco sube hasta que son largos minutos de tos. Largos y agonicos minutos en los que espero que mi existencia llegue a su fin.

Recuerdo que cuando me enfermaba mamá dormía conmigo. Y cuando me ponia mal se levantaba a la media noche a por un vaso de agua para mi y se quedaba despierta hasta que me tranquilizaba.

Me levanto muy lentamente de mi cama acolchonada y con pequeños pasos avanzo hacia donde está mi mochila de caparazón de tortuga con mis pertenencias. Abro con cuidado el viejo cierre rojo, meto mi mano y rebusco hasta que mis dedos tocan el frio metal del relicario donde se encuentran las desgastadas fotos de mamá, papá y Robbie.

Con mucho cuidado lo abro y comienzo a llorar de impotencia. Las fotos ya no estan. Otra vez lo olvidé.

Mis fotos fueron quemadas poco tiempo despues de que llegué. Todo por que me "porte mal". Lo unico que hice fue no comer algo que sabia asqueroso. Al final terminaron obligandome a comerlo. Y ese dia me senti mas sola que nunca.

La puerta de mi habitación se abre y entra una mujer con una bata blanca. Se lee Lilian Rowley en letras cursivas, estan bordadas.

-- Hola linda -dice ella con una voz amable. Se acerca a mi y con delicadeza quita un mechon de cabello de mi cara y lo pone tras mi oreja.

Yo simplemente no respondo. No se que quiera esta mujer pero no me da confianza. Hay algo en ella que no esta bien.

-- Se que desconfias de mi por todo lo que te han hecho. Pero soy de las buenas. Te puedo ayudar a escapar de este lugar, puedes recuperar tu libertad- susurra la mujer -pero no le puedes decir a nadie, en tres noches vendré y te inyectare una medicina que hara que parezca que estas muerta, pero no lo estaras. Lo que hace es que tu corazón late mas despacio y la presión es mas baja de lo que normalmente es. He estado trabajando aqui ya hace algunos meses y he estado esperando por el momento perfecto para poder sacarlos de aqui. Y se que hacen con los cuerpos de los que no sobrevivieron, simplemente los descartan en una especie de basurero que esta a quizás tres kilómetros de aqui.

No pasan ni dos segundos cuando de su bata blanca ha sacado una jeringa y rapidamente me inyecta el liquido que contenia.

-- Lo que te acabo de poner es un antibiótico, para la gripe. Y por favor, ni una palabra del escape a nadie, es por tu seguridad y la de los demás.

Y con eso salio de la habitación sigilosamente.

(...)

No se si el antibiótico que Lilian me aplico tenia algo más, pero lo que si se es que minutos después de que ella se fuese yo estaba sumergida en un profundo sueño del que desperté estando en una camilla, en una habitación blanca, con cables conectados a mi cuerpo y el constante pitido emitido por el monitor de mi corazón.

Miro a mis alrededores y me roy cuenta que bo es una habitación solo para mi. Ya que se escuchan cerca de cinco pitidos mas que no pertenecen a mi corazón.

Usando mi recientemente adquirida habilidad corro la cortina y me topo con los enrojecidos ojos de uno de los chicos que también sobrevivieron al todos los sueros aplicados en nuestros cuerpos.

Experimento 097 (Pausada)Donde viven las historias. Descúbrelo ahora