Experimento 097 (Pausada)

Experimento 097 - Capítulo 17

Al llegar golpeo cuatro veces la puerta y espero a que abra. Desde adentro escucho como alguien se mueve y la puerta se abre revelando a un Chad sin camisa. No puedo evitar mirar su cuerpo definido. Los músculos de su abdomen están marcados lo suficiente como para saber que le dedica tiempo a su físico.

– Hola Natasha pasa -sonrie y se hace a un lado para dejarme entrar. Al pasar por su lado detecto un leve aroma a colonia que me hace querer acercarme a él para olerlo mejor-  espero que te guste la comida china, eso fue lo que pedí y ya no tarda en llegar.

Dicho eso cierra la puerta y me guía hasta la sala donde nos ponemos a estudiar.

–Entonces Teddy Roosevelt no solo fue el presidente mas joven en ser elegido presidente de los estados unidos sino que también fue el primer americano en recibir un premio Nobel y... - el timbre suena y Chad inmediatamente se levanta a abrir.

Minutos después regresa con dos bolsas estampadas con letras chinas y yo inmediatamente quito los libros de la mesa para poder comer en lo limpio.

– Ya vengo, voy a la cocina por las bebidas -dice saliendo de la habitación y mientras regresa saco de las bolsas las cajitas de comida.

Mientras él regresa aprovecho para revisar mi teléfono por si tengo alguna llamada perdida. Resulta que tengo 3 y son de Julien. Rápidamente le escribo un mensaje de texto preguntando qué sucede y lo envío justo cuando Chad regresa con dos vasos grandes llenos de Coca-Cola y los coloca en la mesita.

– Bueno ahora sí a comer antes que se enfríe la comida - dice Chad tomando sus palillos y separandolos para después tomar una de las cajas y comenzar a comer su contenido. Yo hago lo mismo y al meter a mi boca el primer trozo de carne agridulce se me hace agua la boca y no puedo evitar soltar un pequeño gemido de lo deliciosa que está la comida.

Se escucha el sonido de notificación de un nuevo mensaje en mi visor y lo tomo de la mesita para revisar quien es. No es como si muchas personas tienen mi número pero aún así me resulta emocionante cuando recibo un texto y socializo con las personas que conozco. Me hace sentir menos como una hermitaña y más como un alma libre de hablar con quien sea.

De: Juls ;)

Hey, no pasa nada tranquila :D nadamás  y para saber donde estas? Y por que no me avisaste que saldrías? :'c eres una mala amiga solamente le cuentas a Ian y él no me cuenta nada T.T

Sonrío ante lo tonto que es el mensaje y rápidamente escribo una respuesta.

Para: Juls ;) 

Estoy en casa de un compañero, le estoy ayudando a estudiar por que tuvo varias faltas. Tranquilo ya en un rato más llego.

Dejo mi teléfono a un lado y continuo comiendo. Iba por mi tercer bocado cuando siento que me miran y al levantar la cabeza veo que Chad me observa con una media sonrisa.

– ¿que pasa? - pregunto tomando una servilleta y limpiando las comisuras de mi boca.

– Es solo que me sorprende que no tomes bocados súper minúsculos como las otras chicas - dice y muerde uno de los rollitos primavera que tenía en su cajita.

–¿Por que? ¿Tiene algo de malo?

–Para nada, de hecho me parece genial. Sabes, tenemos meses de estar en la clase y siempre quise hablarte ya que te me hiciste interesante desde que te ví. Cuéntame algo de tí.

–Me gustan los colores, todo tipo de color.

–¿Y cuál de ellos te gusta más? Por que me imagino que debes tener uno que te llame la atención por sobre los demás.

Dos pares de ojos toman mis pensamientos... Azules y verdes. Los ojos de Ian y Julien. Y un nuevo par de ojos se unen haciendo mi corazón saltarse un latido. Los ojos color miel de Henry. A quien por cierto no he visto en días y golpearé en cuanto lo vea por qué no ha Sido capaz de responder mis mensajes.

– En ese caso mis colores favoritos son  el verde, el azul y sobre esos el color de la miel. ¿Cual es el tuyo?

– Mis colores favoritos son el blanco y el Violeta -dice y tras eso bebe un poco de su soda.

– Hmmm y dime ¿por qué te gustan esos colores? - con los palillos tomo un  rollito de sushi y me lo llevo a la boca mientras espero su respuesta.

–Bueno el blanco me gusta por qué en el puedes poner cualquier color, y el Violeta por qué es el color de tus ojos - me guiña un ojo y sonríe pícaramente.

Ante el comentario siento calor subir desde mi cuello hasta mis mejillas y no puedo evitar bajar la cabeza en lo que la sensación se pasa. ¡Oh por Dios! Le gusta el color de mis ojos, nadie antes me había dicho eso. ¿que se supone que debo hacer? Él tiene hermosos ojos claro está, pero ¿se lo digo? ¿O mejor me lo guardo? ¿que hago?

–Oye ¿estas bien? Te me perdiste por un momento.

–¿Que sucede?

–Te decía que mi mamá me acaba de mandar un mensaje que necesita verme urgentemente en su casa así que tendré que irme. Te paso a dejar para que no te vayas sola, además de que ya está oscuro. Y no quiero que después me digan algo por no cuidarlos de ti cómo es debido. Pero nos vamos cuando terminemos de comer.

–Ok por mí está bien, de igual manera le avanzamos un poco a los temas. Si estás libre mañana podemos reunirnos de nuevo para estudiar - le digo poniendo mi cajita de comida abajo. No me había dado cuenta de que ya había terminado casi la mitad del contenido y además comí dos rollos primavera.

Una vez que Chad termino de comer me dejó en mi edificio y se despidió de mi con un beso en la mejilla. Qué más que ser en la mejilla fue muy cerca de la comisura de mi boca. Lo que hizo que una vez más me sonrojara y por más tonto que parezca. Por culpa de ese beso no pude dormir toda la noche. Eso y por qué Julien no dejo de molestarme con cancioncitas tontas sobre Chad y Yo y como nos vamos a casar y tener hijos muy guapos y gorditos. Y lo peor fue que el pensar en Chad de esa manera no me resulta desagradable sino todo lo contrario.