•°Estas En Mi Mente °• -Raphanardo Rottmnt- ❤️💙-

7# Besos y un tal vez algo

Mikey: —El dolor duele 😔🤚—
Posdata: ESTA BIEN KLERO EL CALOOOR QUEZZZ, *suspiro* NO PUEDE HACER TANTO CALOOOOOOOR DIABLOO (iba a publicar esta parte hace un par de días, pero, SE ME IBA LA LUZ Y a veces se me olvidaba<3)

Narrador: Leo

—Al siguiente día—

.

Recién amanece y estoy abriendo mis ojos.

No pude evitar ver el rostro de mi hermano, y ahora, novio. ¿Cómo llegue a enamorarme de mi propio hermano? Pero es que es tan... Grande pero al mismo tiempo es... Lindo, tierno, hermoso, bellísimo... Cosas así, no sé de cursilerías.

Se ve igual de lindo cuando duerme...

Dirigí mi mirada hacia sus labios... Se ven simplemente tiernos y besables... Quisiera solo... Aunque solo uno fuera...

Me fui acercando de poco a poco, inseguro de lo que hacía, pero al mismo tiempo, con la confianza de un niño chiquito.

Solo unos pocos centímetros más y tocó sus labios, ya lo he hecho antes, pero por alguna vez me siento... Extraño. Me estaba sonrojando bastante, lo sé, no necesito verme a un espejo, estoy sintiendo mis mejillas calentarse.

No esperé mucho tiempo más, ya que si perdía la oportunidad me decepcionaría de mi mismo, me acerque y besé sus labios, saben un poco a palomitas, admirable. Escuché un ligero —Hmph...— De su parte y me senti avergonzado, cerré mis ojos y intenté disimular y pretender que aún dormía mientras me hacía bolita.

Y fallando miserablemente, GENIAL.

—¿Leo...?— Escuché un murmuro de su parte, mientras sentía como ponía su mano en mi mejilla, joder, estaba con las mejillas demasiado calientes. Creo que lo notó.

—Estas despierto, ¿No?— Pregunto en voz baja aunque un poco ronco.

No supe que hacer, pero mi primera reacción fue negar con la cabeza, que idiota.

Solo escuché una pequeña risa de su parte, pero justo cuando había levantado mi rostro para reclamarle, sentí como sus labios callaban los míos suavemente en un beso corto, se sentía como si estubiera en una nube.

—Pudiste pedírmelo, ¿Sabes?—

Dios mío, no pude evitar sonrojarme ante esas palabras y miré a otra dirección.

—Si, si... Lo que tú digas.— Respondí avergonzado, sin embargo, la respuesta de mi hermano fue simplemente una ligera risa y sentí que me acariciaba la cabeza levemente.

—Mejor ya vamos a levantarnos, Leo.—

—Si, si, eso.— Dije con algo de pereza.

Y antes de que me diera cuenta ya estábamos en la cocina, mientras me recargaba contra la mesa y mi pareja me besaba.

Ya habíamos desayunado, al menos...

Obviamente antes de atascarnos a besos nos fijamos que nadie nos viera.

—Hmmn...— Nos separamos y no pude evitar inhalar el aire,  se alcanzó a ver un pequeño hilo delicado de saliva.