Capitulo 2

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Caminaba por las tierras de las tinieblas, Lute no retrocedía. Ella si miraba para todos lados y de a poco notaba como algunos demonios le dirigían la mirada. Habian tres de ellos compartiendo una fogata, le hacían señas de que se acercara a ellos y uno de ellos le giñaba un ojo, pero Lute los ignoraba porque no tenía tiempo para tonterías. Cada vez había más casas, más ruinas, mas restos de demonios por todas partes, había incluso armas celestiales y esto le llamo mucho la atención. Pero le llamo aún más la atención que había alguien recogiendo de esas armas, un demonio que levanta dagas, lanzas rotas e incluso una espada. Lute estaba confundida al notar que aún había armas celestiales rondando por el infierno cuando la última purga se había hecho hace meses, pero recordó la información que había llegado al cielo de que los demonios suelen contrabandear esas armas, por lo que no sería extraño encontrarlas tiradas por el suelo, en la calle e incluso abandonadas, tal vez también pudo haber habido una disputa reciente entre dos bandas que intentaban robarse lo que tenían y por eso habían tantas de esas armas en ese momento. Sin embargo, mientras Lute caminaba lentamente hacia esa dirección vio el rostro de ese demonio y se dio cuenta de quien era. Era Clara, una de las hijas de Camilla Carmine, quien estaba levantando varios de esos restos de armas. Clara era una chica que sabia defenderse y además ningún de los de demonios o monstruos que rondaban por ahí se arriesgarían a atacarla, mucho menos por el hecho de que su madre era una Soberana. Lute pensaba que seguramente su hermana Odette también estaría cerca y seguramente estaría haciendo lo mismo, levantando mas trozos de armas o tal vez otras intactas. Por un momento pensó que seguramente ellas sabrían algo sobre el paradero de Charlie Morningstar y su hotel, por lo que por un rato sintió como su sangre corrió de forma vertiginosa por sus venas, el odio y la sed de venganza le estaba pasando factura a su estado mental y le costaba mucho controlarse, pero al final conseguía hacerlo. Estaba pensando en acercarse a Clara, pero se detuvo al ver que esta sacaba su teléfono y contestaba una llamada.

-Mama? Si...SI...si madre, ya iré por la casa. Es que aquí hubo una ruña entre dos bandas y dejaron muchas armas y bueno, quise aprovechar la ocasión, ya tengo una bolsa grande llena de ellas- decía Clara con una sonrisa.

-Está bien Clara, pero vuelve ahora. Tu hermana ya está aquí esperándote- dijo Carmilla.

-Oh rayos lo olvide, dile a Odette que, si haremos esas galletas, que no tarde en llegar- dijo Clara mientras cortaba la llama y se iba a corriendo hacia el norte.

Lute sonrió y decidió seguir caminando en dirección a donde iba Clara, ya se imaginaba que eso la iba a acercar a su objetivo. No sabía exactamente como la abordaría a ella o a Carmilla, pero con su apariencia demoniaca estaba segura que iba a tener la ventaja para comunicarse. Aunque una cosa es comunicarse con un demonio de clase muy baja como todos los que pululan en la calle, a diferencia de un soberano o soberana como por ejemplo Carmilla y sabia que tenía que tener mucho cuidado, ahora tenia una figura demoniaca, pero aun así podrían descubrirla. Mientras Lute se adentraba por el poblado, en casa de Carmilla se encontraba ella y su hija Odette esperando a Clara, que ya estaba tardando en llegar.

-Esa tonta se sigue demorando- dijo Odette mientras esperaba sentada con mal humor.

-Ya llegara, no debes apresurar las cosas- dijo Carmilla mientras se arreglaba el cabello.

-Si, pero tenemos que hacer eso juntas- dijo Odette.

-Te refieres a las galletas? No creo que tarden en hacer eso, seguro les saldrá mas que bien- dijo Carmilla.

-Solo espero que los demás que vengan les guste- dijo Odette con un tono de voz agudo y nervioso.

-Tranquila hija, te preocupas demasiado- dijo Carmilla mientras se pintaba los labios.

La Venganza de Lute - Hazbin HotelDonde viven las historias. Descúbrelo ahora