Capitulo 25

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La reunión ya había terminado. Habían pasado solo treinta minutos, no necesitaban hablar mas de lo necesario, pero incluso ellos sabían que no era suficiente. Los demás pecados capitales ya habían dicho todo lo que tenían para decir, Lucifer solo escuchaba y decía algunas cosas puntuales. Afuera estaban los duques Eligos y Barbatos esperando que Lucifer saliera, pero este en cambio decidió empezar a hablar ahora.

- ¿Ya hablamos de todo Lucifer, de que rayos quieres hablar ahora? - preguntaba Asmodeo.

- Bueno, resulta que han pasado cosas muy interesantes cerca de donde ando haciendo diligencias- comentaba Lucifer mientras los observaba a todos.

-Te refieres a ese hotel? ¿El de tu hija? Si me entere que no muy lejos de allí una soberana del infierno fue asesinada- decía Mammon rascándose la barbilla.

-Veo que si están enterados. ¿Por casualidad ustedes no tienen alguna idea de que pudo haber pasado? No solo murió una soberana, también un soberano. Fueron asesinados y me gustaría saber como y quien fue- decía Lucifer engraveciendo su voz.

-Ni idea Lucifer, no creo que todos estemos con tanto tiempo libre como para vigilares esos lugares o andar de chismosos- contestaba Asmodeo.

-No te contaron muchos detalles? - preguntaba Belcebú mientras comía papas fritas.

-Habia escuchado que ambos fueron asesinados de una manera muy salvaje, incluso las hijas de la soberana fueron asesinadas. Carmilla no era precisamente una debilucha- contestaba Lucifer.

-Carmilla...es cierto, ella fue quien murió. Pues en eso tienes razón, pero la verdad, no sabría exactamente que pudo pasar. ¿Crees que algún otro demonio la asesino? Es posible- decía Asmodeo.

-Seguramente alguien que la odiaba profundamente, tanto como para provocar esa matanza- decia Mammón.

-Escuche también que es una asesina, una mujer fue la responsable y que no tienen duda de eso- contestaba Lucifer.

-VAYA...eso si es diferente. Quien quiera que sea es muy poderosa- decía Asmodeo intrigado.

-Alastor era quien parecía mas intrigado por el misterio, tal vez deba preguntarle a él de forma más directa, aunque estoy seguro que no querrá decirme nada- decia Lucifer.

-Hazlo hablar entonces, ni que fueras tan educado con los demás- contestaba Belcebú.

Lucifer sonreía levemente al escuchar esas palabras. No tenía en mente hablar más de ese tema, ya sabía que a los jefes no les interesaba eso, andaban más metido en sus asuntos. Sin embargo, consiguió hacer que al menos se interesaran en el caso, Asmodeo parecía estar más interesado, Belcebú y Mammon dieron sus opiniones, mientras que los demás escuchaban en silencio sin dejarse de mirarse entre ellos. Satanás, Leviatán y Belfegor se mostraban impasibles, pero al fin y al cabo escucharon la breve conversación y algo de interés tenían en sus mentes. Lucifer se despidió de todos y salió del gran salón para encontrarse con Barbatos y Eligos.

-Te queda bien esa cicatriz, Eligos- decía Lucifer con una leve risa.

Eligos simplemente se quedó mirándolo mientras se marchaba con Barbatos, recordando una antigua batalla muy feroz que tuvo una vez con un príncipe de las tinieblas pero que termino derrotándolo. Barbatos se rascaba la barba, estaba interesado por saber de que cosas había hablado Lucifer en esa reunión y antes de que siquiera pudiera hablar, escucho la voz del demonio.

-Supongo que quieres saber de lo que se habló allí adentro- decia Lucifer observándolo.

-Honestamente si, señor- contestaba el duque.

-No debo decirte demasiado, pero necesito encontrar una caja musical y no recuerdo donde lo deje la última vez que la use- decía Lucifer sonriendo de forma incomoda.

La Venganza de Lute - Hazbin HotelDonde viven las historias. Descúbrelo ahora