Capitulo 10

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Un grupo de músicos compuesta por tres cuerdas, dos violines y un cello, ejecutaban notas con toques bastante dramáticos, al punto que parecía que los instrumentos lloraban. Sin embargo, esos sonidos no entristecían a Alastor, que estaba tomando una taza de te junto a Rosie a las afueras de una cafetería. Solo se imaginaba así mismo en un lúgubre escenario devorando sus víctimas mientras esas melodías sonaban de fondo.

-Suena muy bonito- decía Rosie.

-Claro que sí, suena trágico- decía Alastor volviendo en sí, aunque algo fastidiado porque estaba disfrutando mucho de sus fantasías.

-Menos mal que encontramos este lugar por esta zona, ese viaje que hicimos hasta aquí me dejo con muchas ganas de un té. Además, quiero tener la mente concentrada cuando busquemos ese "algo" que me contabas mientras íbamos en el tranvía- decía Rosie sonriéndole.

-Tienes la mente despejada después de tomar una taza de té? Que graciosa- dijo Alastor. -Pero si, espero que encontremos algo ahora. Precisamente ya no hay nadie allí, los investigadores tomaron toda evidencia, se llevaron los cuerpos, anotaron todo lo que vieron. Aunque aun podemos ver algo que nos llame la atención- decía Alastor sonriendo más de lo usual.

-Quieres escuchar los ecos de sus voces, ¿verdad? Como si se trataran de presencias que quedaron alli, testigos fantasmales- decía Rosie sonriéndole.

-Que poética, querida- decía Alastor asintiendo.

-Es una posibilidad, Alastor- decía Rosie.

-Aunque suene algo fantasioso, siempre puede ocurrir cualquiera cosa. No en el sentido literal de lo que dijiste, pero algo es posible de encontrar- decía Alastor terminando su té.

-Me alegra que lo veas de esa forma- decía Rosie mientras tomaba su mano, sorprendiendo e incomodando a Alastor.

-Sabes que esas cosas me molestan- decia Alastor algo molesto.

-Oh vamos Alastor, es solo un apretón de manos- decía Rosie sonriéndole, Alastor simplemente giraba su cabeza mirando hacia otro lado.

-Simplemente no me llama la atención, no lo entiendo- contestaba Alastor, pero Rosie achicaba sus ojos y sonreía mientras él no la veía.

-Está bien Alastor, vamos a esa casa. Según tu no está lejos de aquí- decia Rosie soltando su mano y poniéndose de pie.

-Claro que sí, querida. Debemos caminar un poco nada más- decia Alastor.

Se tomaron del brazo y empezaron a caminar por esas veredas donde pasaban los típicos pecadores y demonios de bajo nivel, quienes preferían evitar cruzarse en el camino de ambos, estaban aterrados de que Alastor estuviera cerca, a Rosie también le temían, pero no la conocían del todo, generando incertidumbre entre ellos. En un rato ambos llegaron a la zona en donde ocurrió el asesinato y se acercaron a la casa que aun estaba tal cual como había quedado después de lo que paso, algo destruida pero no del todo. Alastor tomaba la mano de Rosie para ayudarla a caminar por los escombros y evitar también algunos pequeños hoyos en el suelo.

-Bien querida, ya estamos aquí y no hay nadie cerca. Podemos fijarnos bien en todo y verificar si se les escapo algo a esos investigadores- decía Alastor mientras su apariencia empezaba a cambiar lentamente.

-No me dijiste que ya habías estado aquí con Velvette? - decía Rosie sonriéndole.

-Si, pero ella se mostraba muy escéptica en cuanto mis sospechas. Y yo le digo Velvet, al menos a ella le gusta que le llamen así y ni así me gane su total confianza- decía Alastor mientras se movía con sus tentáculos.

-Esta bien Alastor, veamos si encontramos algo- decia Rosie mientras emanaba un aura oscura que la rodeaba, como un resplandor de poder.

En esa casa había ahora dos demonios que elevaban un poco sus poderes para poder encontrar pistas, indicios que a veces no son tan visibles a la primera, sino que se requiere de un mayor poder de concentración, de mas esfuerzo a la hora de buscar algo. Alastor tenia un aspecto aun mas espeluznante que el de siempre, era mas grande, con sus ojos totalmente negros y se movía mediante sus tentáculos, dejando rastros espectrales que lentamente se evaporaban del suelo. Rosie en cambio parecía más fuerte físicamente y también tenia sus ojos totalmente negros, pero parecían emanar un fuego transparente, como si su visión evaporase el aire.

La Venganza de Lute - Hazbin HotelDonde viven las historias. Descúbrelo ahora