Capitulo 3

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-Vamos, llévese su nuevo amuleto que atrae espíritus, le dará poderes- gritaba un comerciante.

-Compre la carne más sanguinolenta del Hades, solo aquí en este gran negocio que llevo montado en estas tierras por más de 20 años- decía otro comerciante.

Ambas hermanas se reían de lo que escuchaban, la garra y pasión que demostraban esos comerciantes les resultaba llamativa pero también cómica puesto que el carisma que tenían algunos realmente parecían mas comediantes que vendedores por su forma de expresarse. Odette ya habia terminado su algodón de azúcar y solo podía observar el de su hermana, mientras ella seguía llevándoselo a la boca.

-Lo siente Odette, ya terminaste el tuyo- dijo Clara sonriéndole.

-Eso ya lo se...rayos- dijo Odette frustrada.

Mientras seguían caminando a través de todos los demonios que pasaban por alli, habia alguien que iba por el mismo camino. Era Lute, que las seguía con cuidado para no perderlas de vista. Se impresionaba en cómo ningún demonio, pecador o cualquier otro ser del averno que estaba por allí se quedaba mirándola de forma sospechosa, el disfraz que llevaba puesto realmente funcionaba. Solo recibía miradas de comerciantes que le ofrecían productos, miradas lascivas de ebrios y pervertidos, miradas intrigantes de otras mujeres que les resultaba llamativa. Lute sabía que la estaban mirando, pero ella no dirigía su mirada a ellos, simplemente actuaba como una pecadora mas en tan dantesco escenario. Se detuvo por un momento cuando vio que solo había una de las chicas caminando. Se maldecía así misma en su mente, pesando en cómo pudo haber sido tan torpe de distraerse y perder de vista a una de ellas, pero aun así pudo mantener su compostura y mantuvo su marcha hacia adelante, siguiendo a esa chica demoniaca. Lute sabía que se trataba de Clara, ya la había visto antes y observaba como terminaba de comer un algodón de azúcar. Miraba a sus alrededores y notaba que cada vez había menos seres demoniacos, menos pecadores, por lo que era evidente que se estaba alejando mas y más de aquella feria. Vio que la chica lanzaba hacia una cubeta lo que quedaba del algodón y seguía caminando, por lo que Lute cerro levemente los ojos, como un reflejo involuntario de como estaba pensando en un plan para dar con ella. Seguía caminando y ya observaba que estaba Clara totalmente sola a varios metros de ella, por lo que Lute empezó a caminar aún más lento y con cuidado, pero no esperaba que Clara se detuviera en su marcha. Esto sorprendió a Lute, pero fue peor cuando vio que Clara se daba la vuelta y se dirigía hacia ella. Lute se quedó quieta y mordía sus labios, pensando que cometió un error al reaccionar de esa forma y se dio la vuelta, pero fue sorprendía por otra chica que se acercaba a ella. La tensión iba creciendo cada vez más, hasta que escucho que Clara le hablaba por la espalda.

-No se quién eres, pero desde hace un rato te veía caminar justo detrás de nosotras. ¿Que estas tramando? - preguntaba Clara molesta.

-Ni se te ocurra mentirnos. ¿Cuál es tu nombre? - decía Odette también molesta.

Lute se dio cuenta que ni siquiera había pensado en un nombre para su forma demoniaca. Los segundos pasaban y la tensión se acrecentaba muy rápido, por lo que decidió decir un nombre, que estaba formado por otros nombres que ya conocía, pero quería hacerlo sonar más único.

-Soy...Luzmilla- dijo Lute algo nerviosa.

-Luzmilla? Que nombre tan extraño- dijo Clara mientras se ponía al lado para ver con más claridad a Lute.

-Disculpen si las moleste, es que pensaba darles esta bolsa de armas a cambio de dinero- dijo Lute poniendo una cara de tristeza.

-Tienes armas? ¿Y por qué piensas que nosotras compramos armas? - dijo Odette confundida.

-Es que...hace un momento atrás, la vi a ella levantar armas de la calle y también las guardaba en una bolsa y pensé que...tal vez le interesaría las que yo tengo- dijo Lute tratando de sonar lo más confiable posible.

La Venganza de Lute - Hazbin HotelDonde viven las historias. Descúbrelo ahora