67-Sobrellevar

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*Sobrellevar*

**Elena Richards.**

No puedo separarme de Damiano para verla, no quiero verla porque esa no es la persona que yo quiero ver, quiero recordarla como ella era, con sus sonrisa, con su mirada noble y rostro perfecto.

Si la veo creo que nunca podría volver a recordarla como ella era, le temo a verla con los ojos cerrados y sin vida.

—Mi amor, es necesario que la veas —Me dice acariciando mi espalda.

—No puedo, no quiero verla así Damiano —Niego muchas veces con la cabeza negandome a salir de su pecho.

—Vamos cielo, despide a tu mamá —Se que no puedo hacer nada para no hacerlo, tengo que verla ahí y no me queda de otra.

Cómo puedo voy despegando mi rostro de su pecho y giro con ambos ojos cerrados, sus manos se colocan en mis hombros dándome apoyo y abro los ojos lentamente para así poder verla.

—Mamita —digo con la voz cortada —. Mamita linda —Me acerco un poco más a ella y dejo un beso en su frente. No es lo mismo y un escalofríos recorre todo mi cuerpo. Por lo que un nudo se forma en mi garganta —. Nunca pensé verte aquí, te dije que yo no soportaría esto mami y no lo soporto. Soñaba con verte fuera de esta clínica y ahora vas a salir y no como yo quise —Mis lágrimas caen sobre la tela blanca que cubre su cuerpo —. Te amo y te amaré toda mi vida viejita linda —Me separo y una última vez la veo para pedir que la cubran.

—Ven vamos —Su brazo rodea mi hombro y me saca de la sala.

—¿Y ahora que voy hacer? Yo no sé que es lo sé debe hacer, no tengo como hacerlo —Le pregunto a Damiano, pero es como más para mí misma.

—Yo me encargo, debes ir a casa —Me habla mientras me guía a la salida.

—¿A casa? No, yo no quiero ir a casa —Me niego rotundamente a irme.

—Haber cariño, ya no hay nada que puedas hacer. Te llevo a casa y hago todos los trámites, y cuando esté todo listo iré por ti ¿De acuerdo? —Pregunta y solo puedo verlo mirándolo a los ojos sin decirle nada.

Quisiera que él no tuviera que lidiar con todo eso, pero también se que yo no puedo hacerlo, ni mi posición ni mi estado de animo ahora me permite poder hacerlo, así que no digo nada y dejo que me guíe a la salida para llevarme a casa.

Cuando estamos fuera subo al auto para así podernos ir, entro y me recuesto de su hombro y lo veo sacar su teléfono y llevarlo a su oreja.

—¿Leonardo estás con Gabrielle? —Había olvidado por completo llamar a Gaby, agradezco que él lo esté haciendo —. Bueno es urgente, necesito que la lleves a casa para que esté con Elena, ha pasado algo y necesito que alguien esté con ella —Guarda silencio mientras escucha la respuesta —. De acuerdo, muchas gracias. Nos vemos allá —Cuelga guardando una vez más el teléfono en su bolsillo —. Gabrielle irá a casa a hacerte compañía por un par de horas —Me informa.

—Muchas gracias, con todo esto había olvidado avisarle —Me quedo en la posición en la que estoy mientras transcurre el camino a casa.

Creo que he pasado la etapa de llanto y he quedado sumida en una nube donde no veo, no escucho y no siento absolutamente nada, estoy callada y no quiero ni pienso hablar. No se que será de mi vida, todo va a cambiar y no podré con tanto, es excesivo esto que siento.

Me mantengo en la misma posición hasta llegar a casa, olvidó por completo todo lo que estaba pasando y solo quiero estar aferrada al cuerpo de Damiano, que no me deje y que se mantenga así.

Subimos en el ascensor hacia el departamento y lo veo que busca entre mis cosas las llave, las consigue y abre la puerta dejando todo a un lado para guiarme al sofá, consigue un poco de agua y me la da de tomar para sentarse en el sofá conmigo de la misma forma en la que veníamos en el auto.

Solo esto necesito, no palabras, no consuelo. Compañía es lo único que anhelo.

No sé cuánto tiempo pasa, solo se que la puerta del departamento se abre y entra Gaby con cara de preocupación y al verme recostada del hombro de Damiano la veo respirar aliviada, supongo que creía me había pasado algo y se acerca a mi de inmediato.

No digo nada y ella me mira expectante, espera que hable pero no lo hago, mis ojos solo se cristalizan y no puedo siquiera decirle que es lo que sucedió.

—Damiano ¿Que pasa? ¿Por qué está así? —Me acaricia el cabello y miro a Damiano asintiendo dándole permiso para que sea él quien le de la noticia.

—Gabrielle su mamá ha fallecido —Cuando las palabras de Damiano son dichas Gaby pega un grito muy parecido al mío.

—¡¿QUÉ?! ¡NO! Dios mío no —Sus brazos me envuelven apretándome demasiado a su cuerpo y empieza a llorar, pero yo solo puedo llorar en silencio dejando que ella se desahogue justo como lo he hecho yo.

La dos estamos sumidas en llanto mientras estamos abrazadas. Gaby me conoce muy bien, es por ello que solo se dedica a abrazarme y no decirme una palabra.

Toda la situación es demasiado pesada, y no se exactamente cuántos minutos pasan que ella me suelta y se pone de pie para acercarse a los dos hombres que están en la distancia no queriendo interrumpir.

—¿Que es lo que ha pasado? —Escucho que le pregunta, pero no le presto más atención porque me recuesto del sofá y trato de cerrar mis ojos.

Solo se que pasado algunos minutos siendo que alguien me toca el brazo y como no he logrado conciliar el sueño abro los ojos. Es Damiano, quien me retira el cabello de la cara antes de hablarme.

—Tengo que irme, pero resolveré todo muy rápido para que le des una despedida digna a tu mamá. Regreso en un par de horas ¿De acuerdo? —Lo único que puedo hacer es cerrar los ojos asintiendo —. Bien. Te veo al rato —Deja un beso sobre mi frente y se pone de pie.

A los pocos minutos Gaby aparece con una cobija para cubrir mi cuerpo y luego se despide de ellos cerrando la puerta para así quedarnos solas por completo.

¿Que se supone que haces después de algo así?

Yo solo estoy en negación porque no quiero ni lo puedo aceptar. Aún creo que en cualquier momento pueden decirme que solo ha sido un sueño, solo quiero dormir y despertar como si todo hubiese sido una pesadilla.

Celeste [+18]Donde viven las historias. Descúbrelo ahora