45- No te creo

42 3 0
                                    

No te creo

Elena Richards.

Sueno cruel, sueno mal, sueno como una persona incapaz de dar el beneficio de la duda.

Y no es así, estoy apunto de saltar al vacío dándole todas las oportunidades posibles, pero no puedo simplemente creerle así porque así, nada de lo que dice tiene sentido para mí, no sé si no se sabe explicar, o los nervios lo traicionan, yo solo necesito que me aclare todo o no podré seguir con ésto.

¿Cuántas mentiras hay?

—Elena —dice en cierta parte dolido y lo entiendo.

—Damiano, trato de entenderte, creeme que lo intento pero es que no tiene pies ni cabeza lo que me estás diciendo —Lo veo estrujarse el rostro.

—Solo prometeme que no me vas a dejar, que no me dejarás —Lo miro sin poder creer lo que dice.

¿Es amor? ¿Que lo está llevando a ésto? ¿Que es lo que pasa que no me estoy enterando?

—Cuentame desde el inicio, no desde el final, solo así podré entenderte —Me estoy muriendo por tocarlo y no puedo, siento que me lo prohíbo, que soy egoísta conmigo misma y sobre todo con él, quien parece hacer un enorme esfuerzo.

—Yo hace unos años cuando me enteré que mi abuela exigió el casamiento para obtener la herencia no estuve de acuerdo —Asiento tratando de seguirle el hilo de la historia —. Mi abuela murió hace siete años y mientras mis hermanos o más bien uno de ellos luchaba para tener un matrimonio y así conseguir la herencia, yo fui todo lo contrario, luche para revocar eso, luche muchísimo hasta obtener el hotel sin necesidad de casamiento, hace un poco más de tres años me dieron el hotel con una sola petición —Respira profundo —. Acabar mis estudios, ser el mejor y obtener más de una maestría y lo logré, el día que se me entregó el hotel, se me entregó una carta de mi abuela antes de informarme la decisión.

—¿Que decía la carta? —La parte de no tener filtro me lleva a ser imprudente —. Perdón, dime solo si es necesario.

—No te preocupes —Asiente para continuar —. En la carta decía que ella me conocía tan bien que sabía que iba a hacer eso, y que la única solución para llevarme de nuevo al carril era haciéndome una persona dispuesta a todo por lo que quiere, incluso de estudiar algo que no quería, que lo había hecho para verme realizado donde sea que estuviera —Hace una pausa y me mira a los ojos por unos minutos antes de continuar —. Que ya que había cumplido que el hotel sería mío, pero habia una condición.

—¿Cuál? —Siento que dirá algo malo.

—A mis hermanos les pidió casarse por descarrilados creyendo que eso los enderezaria, a mi para que estudiara recurrió a eso y a diferencia de mis hermanos, yo no podía casarme con alguien de un estatus social menor al mío, porque yo no solo soy dueño del hotel más grande, sino el administrador de todos y cada uno de ellos, incluyendo los que están en el extranjero —Frunzo el ceño sin entender el motivo.

—¿Pero por qué tú no puedes amar a alguien que no esté a tu nivel y tus hermanos sí? —Estoy realmente confundida.

—Hay otra cosa —No se porque todas mis alarmas se encienden.

—Si te casabas con alguien que no estaba a tu altura perdías todo —Creo saber por un segundo lo que dirá.

—Ella jamás podría en riesgo el imperio que ella sola formó —Trago duro.

—¿Entonces por qué tú te empeñaste tanto en mi? —Se me hace un nudo en la garganta —. ¿Estás dispuesto a perderlo todo?

—No perderé todo —Frunzo el ceño —. Confía en mí.

Celeste [+18]Donde viven las historias. Descúbrelo ahora