𝗦𝗢𝗨𝗟 𝗔𝗡𝗗 𝗗𝗥𝗔𝗚𝗢𝗡 | ❝ Déjame demostrarte que no todos los Vikingos son iguales, ángel ❞
Eva es una Andrácula, la última de su especie y la que adoptó el papel de protectora de Dragones desde que tenía memoria. Es desconfiada, orgullosa y...
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CAPÍTULO UNO la andrácula se encuentra con el furia nocturna ───※ ·❆· ※───
El cielo isleño pintaba unas nubes tan blancas como la nieve, con una suave brisa que hacía danzar las hojas de los árboles que anunciaban la entrada del bosque.
Todo parecía tranquilo, en calma, con aires relajantes que te daban ganas de tomar una dulce siesta.
Sin embargo…
—¡Vuelve aquí, reptil asqueroso!
Una majestuosa y gran criatura corrió con pequeña saltos mientras sostenía un bacalao en su hocico. Sus alas se extendían de forma divertida, intentando esconder su rostro de quien lo perseguía.
—¡Ragnarok!
El Dragón alzó su cabeza para verla correr hacia él con decisión, una mueca de fastidio que solo él sabía provocar en ella.
—¡Ni se te ocurra! —advirtió ella con su dedo en alto.
Pero él, sin tenerle miedo, lanzó el pescado al aire y abrió su boca, tragándose el alimento con placer.
Ella explotó.
—¡Eres un insensible! ¿¡Tienes idea de lo que me costó pescarlo?! —caminó a grandes zancadas hacia él, dándole una patada en su lateral con todas sus ganas.
El Dragón ni se inmutó. Es más, se puso patas arriba y comenzó a hacer sonidos ahogados, como si se estuviese riendo. La muchacha buscó paciencia en lo más profundo de su ser.
Pero, sin soportarlo, desplegó sus enormes alas oscuras, se elevó unos cuantos metros y creó oleadas de aire que hicieron que el chistoso Dragón saliera volando unos cuantos metros, rompiendo así su burbuja de risa.
Ragnarok se levantó de inmediato, gruñendo como protesta. La chica aterrizó y cerró sus alas con los brazos cruzados.
—Tú te lo buscaste. —se limitó a decir, yéndose a la entrada del bosque nuevamente con los pasos de su Dragón detrás de ella.
Pasando el desgastado cartel de madera que simulaba la bienvenida de su “pueblo no oficial”, cientos de Dragones caminaban y volaban por igual con total libertad, cazando y jugando entre ellos mientras a su lado, aquella niña de once años atrás caminaba con su Dragón leal y juguetón pisándole los talones.
Eva había crecido, ya era una señorita. Y ya sea de buena o mala forma, le tocó madurar mucho antes de lo que hubiese querido para sobrevivir por tanto tiempo y cuidar de esos Dragones que la recibieron y trataron como una de ellos desde que aterrizó esa isla.
La última de su especie. Una Andrácula real, viva y caminando entre la suciedad del suelo, alejada de la civilización por su seguridad y la de sus bebés.
—Tenemos que organizar la comida para el próximo invierno. —avisó cuando un grupo de Skrills rodeaba una de las chozas de hojas y palos que usaban como almacén de comida.
