𝗦𝗢𝗨𝗟 𝗔𝗡𝗗 𝗗𝗥𝗔𝗚𝗢𝗡 | ❝ Déjame demostrarte que no todos los Vikingos son iguales, ángel ❞
Eva es una Andrácula, la última de su especie y la que adoptó el papel de protectora de Dragones desde que tenía memoria. Es desconfiada, orgullosa y...
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CAPÍTULO DIECINUEVE:Cazadores de dragones
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Ambos jinetes de dragón volaban a través de la densa neblina que dejaba ver a duras penas los delgados pero fuertes troncos de lo que alguna vez fueron árboles. Se sentía el calor de aquel posible incendio que dejó todo de un color gris, pero tan pronto pasaron sobre unas enromes rocas en el agua, pudieron ver la asombrosa y gran fachada de picos de hielo azul con pequeñas incrustaciones de madera y metal, lo que dejaba en claro de que ahí huno algún fuerte que alguien, posiblemente un dragón, dejó.
Hipo encima de Chimuelo, miró sobre su hombro para asegurarse de que Eva veía lo mismo que él, más que todo porque al ser ella más conocedora de las habilidades de ciertos dragones, tal vez reconocería cual de todo había sido capaz de hacer algo como eso. Sin embargo, el rostro de asombro y confusión por parte de la chica la dejaba en claro que estaba igual de perpleja que él.
Un leve cosquilleo en su sien la hizo sujetarse la frente con algo de temor, teniendo una leve sensación familiar a cuando solía tener esas escalofriantes hipnosis que la hacían actuar como si fuera otra. Solo que, por muy loco que le resultara, esta vez no era doloroso o inquietante. Solo era eso, un cosquilleo débil.
―Hipo, ―soltó de pronto, sin dejar de ver la estructura congelada,― es mejor volver...
―No te separes. ―no obstante, el castaño supo calmarla con una ligera sonrisa.
Ambos sobrevolaron la estructura, pasando debajo de algunos arcos helados hasta notar como había una construcción de madera entera a través del hielo. Era un barco, se veía vacío, pero la piel de Eva se erizó de inmediato cuando sus sentidos la hicieron entrecerrar sus ojos, notando un movimiento sospechoso que la sobresaltaron al darse cuenta de lo que estaba por pasar.
―¡Cuidado! ―exclamó, más que todo para que Ragnarok se moviera. No lo hizo, parecía algo afectado por la estructura de hielo al igual que la pelinegra.
Una red salió disparada desde el barco, atrapando al dragón mestizo junto con su jinete, quienes al perder el control, acabaron cayendo con brusquedad al piso de la embarcación. Una docena de hombres salieron de sus escondites y se les fueron encima.
―¡Atenle las patas! ―ordenó quien lideraba el grupo, notando entonces a las persona que estaba sobre el animal retorciéndose para escapar, reconociendo lo que era al verla expandir un par de alas oscuras desde su espalda para romper las ataduras de la red,― Por las barbas de Odín...
Eva gruñó y soltó una aire de oscuridad que envió a quienes intentaban tomarla de las piernas hasta el otro lado del barco, poniéndose frente a Ragnarok en posición de ataque mientras percibía el pitido del Furia Nocturna aproximarse. Hipo bajó, se puso a su lado y no tardó en desvainar su espada con la hoja ardiendo en llamas.
