CAPÍTULO TRES
conociendo al extraño ángel
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Al anochecer, la lluvia alcanzó a Hipo cuando llegó al comedor para cenar con sus compañeros. Su padre había accedido después de tanto y finalmente había empezado con sus lecciones para combatir contra Dragones.
Aunque, por alguna razón, no se sintió emocionado de asistir ese día. Y después de encontrar a aquel Furia Nocturna y ese extraño ángel a su lado, estaba seguro de que asesinar Dragones no era y jamás sería algo para él.
Si, por el momento, llamaría de esa forma a esa criatura desconocida hasta no saber con exactitud que era.
Bocón hablaba sobre los errores en el aprendizaje de aquel día de cada uno, y a medida que lo hacía, Hipo se acercaba y buscaba un lugar libre. Nadie lo miró con amabilidad, todo lo contrario. Nadie quería estar cerca de él y lo sabía perfectamente, por lo que no tuvo más remedio que sentarse solo en la mesa de al lado.
Dolió mucho, pero ya era algo a lo que se había acostumbrado toda su vida. A estar solo.
—Todo lo que deben hacer es vivir y respirar esto. —Bocón caminó hasta rodear la mesa y dejar caer un libro de tapa dura,— Es el manual de los Dragones. Ahí está todo lo que conocemos y sabemos de ellos para combatirlos.
Hipo, a pesar de estar en otra mesa, lo escuchó y miró con atención. Eso le interesaba. «¿Y si hay algo de esa criatura en ese libro?»
—En fin, tenemos noche de tormenta, así que no habrán ataques hoy. Estudien. —finalizó Bocón, yendo a la salida.
Todos resoplaron y se quejaron por tener que leerlo, por lo que sencillamente pasaban de él con la excusa de no tener tiempo y considerarlo aburrido.
Hipo se levantó con timidez y se acercó a la mesa al notar que Astrid, la hermosa Vikinga rubia que le atraía, ojeada la portada.
—Eh, —llamó su atención,— ¿quieres que lo compartamos y-...
—Ya lo leí. —le cortó, levantándose con prisa para seguir a sus amigos.
—Ah, bueno, ¿es todo mío? Nos vemos-... —pero fue ignorado cuando escuchó como se quedaba solo en el comedor,— Mañana.
Suspiró y tomó de aquel libro para llevarlo a su mesa. Terminó de comer, dejó los platos en su lugar y media hora después, llevó una vela para poder leer mejor el manual.
—Clasificación de Dragones: tormentas, espantos y misterios. —leyó.
Podían ser peligrosos, pero él consideraba que también eran maravillosos y únicos en todas las especies que existían. Desde los más pequeños hasta los más grandes y fuertes. Todos tenían algo en común en ese libro, y era la advertencia de tirar a matar tan pronto fuesen vistos.
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Soul and Dragon ; Hiccup Haddock
Hayran Kurgu𝗦𝗢𝗨𝗟 𝗔𝗡𝗗 𝗗𝗥𝗔𝗚𝗢𝗡 | ❝ Déjame demostrarte que no todos los Vikingos son iguales, ángel ❞ Eva es una Andrácula, la última de su especie y la que adoptó el papel de protectora de Dragones desde que tenía memoria. Es desconfiada, orgullosa y...