❪ 05. starting to live together ❫

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CAPÍTULO CINCOempezando a convivir───※ ·❆· ※───

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CAPÍTULO CINCO
empezando a convivir
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Sus párpados pesados fueron una batalla para que pudiese abrir sus ojos como de costumbre. Lo logró, pero todo le dio vueltas y se obligó a sostenerse la cabeza en lo que se sentaba.

Eva notó que ya no estaba desnuda del torso, sino que una especie de chaleco peludo la cubría como una manta. Se lo puso, ya que los vendajes que solía usar como camisa estaban sucios, y salió del refugio sintiendo el aire del atardecer. Pero, debido a que el chaleco no podía cerrarse, tuvo que cruzar sus manos para mantener su pecho oculto.

Comenzó a caminar hacia el laguito, viendo al Furia Nocturna a lo lejos intentando pescar alimentos sin éxito.

¿Cuánto tiempo había estado dormida?

Y más importante, ¿en dónde estaba aquel humano?

Acarició al Dragón cuando llegó hasta él como saludo y, en el fondo, como un consuelo por no saber atrapar pescados. El Furia Nocturna ronroneó y se sintió feliz por ver a la muchacha de pie y aparentemente mejor, ya que no podía percibir la misma mala vibra de antes y la notaba más descansada.

—Veo que estás bien.

—¡Ay Dioses! —exclamó Eva, girándose al escuchar la voz de aquel humano.

Hipo la miró de arriba a abajo, extrañado. Eva imitó su acción, pero más con el ceño fruncido que con confusión.

—¿Todo en orden o-…

—¿Por qué rayos nunca soy capaz de percibir tus pisadas? Eres muy silencioso. —la femenina relamió sus labios sin dejar de verlo con desconfianza.

—¿No es eso normal? —ahora fue él quien frunció el ceño.

—¡No!

—Ah…

Y quedaron en silencio por un buen rato. Bastante.

Chimuelo se terminó frustrando y se fue a guindar a una rama, pero al momento de pasar, sin querer empujó a Eva y tocó el vendaje de su espalda, provocándole cierto dolor.

—Déjame ver eso. —pidió Hipo.

Eva, por instinto, se apartó, pero al recibir una mirada de fastidio por parte del castaño, tomó una bocanada de aire y se giró lentamente para darle la espalda, mostrándole la herida.

Hipo tragó fuertemente antes de terminar de acercarse y colocar su palma sobre el vendaje casero que le había puesto. Lo quitó con cuidado de no causarle molestias en la piel.

—Al menos la erupción y los moretones desaparecieron. —comentó pensando en lo buena que era la curandera de su tribu con las cremas mágicas que hacía.

—¿Pero? —inquirió Eva.

Hipo suspiró, arrugando el vendaje sucio para ponerlo en la canasta. Eva terminó volteándose para verlo ejecutando dicha acción, sintiendo más frescura en la parte derecha de su ala.

Soul and Dragon ; Hiccup HaddockDonde viven las historias. Descúbrelo ahora