XI

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—— Al auto, AHORA. —— dijo Matías mientras señalaba hacia el auto y daba paso a Enzo de pasar.

Matías se quedó en la puerta de la casa viendo al hombre que desafortunadamente era su padre temblar de miedo.

Se sentía mal por no sentir ni un poco de arrepentimiento por el estado de su padre.

Matías no dijo nada, solo soltó una pequeña risa de burla y salió de la casa, a pasos rápidos llegó hasta el Ferrari y entró en él.

Espero que la puerta estuviera completamente cerrada para poder empezar a hablar.

» Que carajos. ——

—— Hablemos en casa, responderé todo lo que quieras. ——

—— ¿Me vas a matar? ——

—— No crees que de haberlo querido, lo hubiera hecho hace tiempo, he tenido miles de oportunidades para hacerlo y no lo he hecho, porque te quiero. ——

—— Voy a creerte. ——

El camino fue silencioso, sin mencionar que Enzo manejaba a una velocidad demasiado rápida.

Al llegar al edificio, ambos fueron directamente al ascensor, dejando que un trabajador del hotel aparcara el carro.

[Por qué sube tan lento] se quejaba Matías al sentir la lentitud del elevador.

Las puertas se abrieron y en cuestión de segundos ambos ya estaban sentados en muebles individuales.

—— Puedes empezar. ——

—— Qué estás haciendo aquí. ——

—— A decir verdad no lo sé, Blas y Esteban me trajeron. ——

—— Ellos también son…

—— ¿Demonios? Si lo son. ——

—— Yo solo quiero saber si tenías planeado decírmelo en algún momento. ——

—— No. ——

—— ¿No? Qué pretendes Enzo, o debo decirte Lucifer, esto es una completa locura, ¿Por qué conmigo? Y ¿Que tenías planeado? ——

—— No tenía planeado nada, simplemente apareciste y nunca pensé que te volvería a ver. ——

—— TÚ ME BUSCASTE. ——

—— NO ME REFIERO A ESO. ——

—— ENTONCES A QUÉ. ——

—— NO ES LA PRIMERA VEZ QUE ESTOY AQUÍ. ——

—— Y ESO QUÉ. ——

—— MALDICIÓN MATÍAS, TE HE PERDIDO MÁS VECES DE LAS QUE PUEDO CONTAR, CADA VEZ ERA EN UN PAÍS DIFERENTE, te he visto morir miles de veces, a través de los años siempre doy contigo. No sé si es un castigo de mi padre, por rebelarme ante él, lo único que sé es que no quiero volver a perderte. Siempre vuelvo a caer ante ti, y no pensé que fueras tú otra vez, luego de conocerte me di cuenta de que lo eras. ——

—— ¿A qué te refieres? ——

—— La última vez que estuve aquí fue en el siglo XIX, te conocí en 1846, eras un hombre al igual que ahora, eras hijo de un carnicero y nos enamoramos, quiero que sepas que nunca tuve la intención de dañarte…

1846

Un año calmado, el viejo oeste estaba lleno de casas y una linda iglesia a las que todos iban.

Pero era tan pequeño que todos se conocían.

Mi lindo demonio Donde viven las historias. Descúbrelo ahora