IX

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Las horas pasaban y todavía no había noticias de Lily, todos habían cambiado de posición al menos unas veinte veces, se sentaban, se ponían de pie, caminaban, se ponían en cuclillas, incluso llegaron a acostarse en el piso con tal de buscar una mejor postura.

El mundo de Matías se detuvo al momento de sentir sus tripas gruñir.

No había hecho la comida y ahora fijo, fijo, lo esperaba una golpiza en su casa, debería de estar acostumbrado.

Pero sus pensamientos murieron cuando Enzo puso una mano en su hombro y luego de llamar su atención le habló.

—— Tranquilo, ya mandé un domicilio a tu casa, está pago. ——

—— De verdad que no sé cómo devolverte todo lo que haces por mí. ——

La mano que Matías sentía en su hombro bajó hasta su glúteo derecho, para luego ser apretado.

» Imbécil. ——

—— Pero no hice nada. ——

—— Mejor cállate. ——

El sonido de un teléfono sonó demasiado fuerte para el gusto de todos en la habitación de espera.

—— Qué quieres, estoy ocupado. —— dijo Enzo luego de contestar la llamada.

—— Fui a tu house y casi se me cae la mano de tanto tocar esa maldita puerta, tuve que acudir a medidas extremas…

—— ¿Tumbaste la puerta? ——

—— ¿Qué? No imbécil, por si ya lo olvidaste, no somos comunes. El punto es, para que mierdas compraste tantas rosas y donde estás, por cierto la comida estaba super rica. ——

—— No… mira, ahora no es un buen momento para decirte todo lo que quiero decirte. ——

—— Fui al club y casi me bronceo, si fuera normal me hubiera preocupado de un cáncer de piel. ——

—— Pero no lo eres, ahora cállate y ve a comprar comida para 3 personas. ——

—— Algo más su majestad. ——

—— Si, necesito que pases a la guardería por un niño llamado Rafael. ——

—— A qué guardería imbécil, por si no lo sabes, hay muchas guarderías en Argentina. ——

—— “Niños creativos. Esperanza y paz” ——

—— Enzo, mándame la ubicación por mensaje. ——

—— Y como hago eso. ——

—— Primero métete en la aplicación verde con un teléfono blanco. ——

—— No puedo, tengo el teléfono en mi oreja. ——

—— Ay no puede ser. — se quejó Francisco mientras se tapaba la cara.

—— Pasa eso. —— dijo Matías mientras le quitaba el celular a el mayor y le mandaba el mensaje a Blas. —— Toma. ——

—— Deberías de estudiar informática y no Contaduría. ——

La risa de todos se escuchó tanto en la sala de espera como a través del celular.

—— Y a dónde llevo al niño, manden una foto de él y avísenle a la profesora que yo iré. ——

—— Que lo lleve donde mi prima, ella lo cuidará sin ningún problema. —— dijo Fran mientras tomaba su celular y empezaba a mandar mensajes.

—— Que no se te olvidé la comida, Chau. Toma. —— Matías tomó el celular de Enzo y mandó los demás mensajes.

Mi lindo demonio Donde viven las historias. Descúbrelo ahora