XVI

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Dormir de cucharita se estaba volviendo costumbre para Matías, el menor empezaba a amar, el cómo se sentía tener los brazos de Enzo envolviéndolo con fuerza. Ahora sabía que no solo era un millonario el que tenía detrás de él semidesnudo, era el mismísimo diablo y no sentía terror alguno estando con él.

Más bien tenía miedo de que algún día lo dejara.

Matías abrió los ojos y se mordió la lengua al sentir el bulto que se estaba formando en su parte trasera, bien sabía que era de Enzo y muchas veces estuvieron a nada de dar el siguiente paso, pero siempre pasaba algo.

Odiaba ser tan virgen, como para no saber qué hacer.

Los labios que se posaron en su cuello lo hizo estremecerse, su cuello era tan sensible y a la vez estimulante.

—— Buenos días. —— la voz cerca de su oreja hizo que los vellos de todo su cuerpo se erizaran.

—— ¿Qué tiene de buenos? ——

—— Que estás al lado mío, sintiendo todo mi cuerpo. —— la cadera de Enzo dio un empujón restregándose contra el trasero del menor.

Las mejillas de Enzo se tornaron de un rojo vivo, el cual tapó con las sábanas.

De un movimiento rápido Enzo se encontraba entre el medio de las piernas de Matías, mientras que esté se encontraba completamente acostado en la cama.

» Como amaneciste. —— preguntó Lucifer mientras besaba el pecho desnudo de Matías.

—— Bien, y si sigues así mi día será toda una maravilla. —— A veces Matías se preguntaba dónde estaba su lado tímido.

—— Eso quería oír. —— de inmediato ambos labios se juntaron en una exquisita danza donde ambos luchaban por tener un dominio.

Las piernas de Matías se enredaron en la cadera de Enzo, para así evitar que esté se alejara.

Mientras el demonio intentaba quitarse sus pantalones y los de Matías, se escuchó un celular sonar.

—— No contestes. ——

—— No lo pensaba hacer. ——

Enzo se alejó del cuerpo de Matías y se quitó su pantalón dejando a la vista su erecto y grande miembro viril.

Matías también se quitó el suyo.

Pero el celular seguía sonando, ya era la cuarta llamada que entraba.

—— Maldita sea, contesta. ——

—— ¿QUÉ QUIERES? ——

—— AY NO ME GRITES. ——

—— Qué quieres. —— las palabras entre dientes y pausadas suenan mucho más terroríficas y si vienen del mismísimo Satanás, peor.

—— Bueno pero no te enojes. Lo que pasa es que me están llamando de la empresa, tienes que ir por asuntos de socios y toda esa cosa. ——

—— No puedes ir tú, estoy ocupado. ——

—— Pues acá estoy, pero tú eres el jefe. ——

—— Para qué nos inventamos esa mierda de empresa. ——

—— Para aparentar, yo no pienso vivir como pobre. ——

—— Ya voy. ——

—— Okey acá te espero. ——

La llamada finalizó y sin importar Enzo tiró su celular al suelo.

—— Me tengo que ir, pero no me voy a ir con tantas ganas. —— volviendo a posicionarse entre el medio de las piernas de Matías, Enzo tomó su miembro y el del menor en su manos para empezar a frotar.

Mi lindo demonio Donde viven las historias. Descúbrelo ahora