Mi lindo demonio

VII

Matías se encontraba con sus dos amigos en un afortunado descanso, que extrañamente coincidió con el de sus amigos.

El restaurante de universidad era malditamente costoso, como si pagar la carrera no lo fueran y que bueno que Enzo constantemente le metiera dinero en sus bolsillos, no sabía cómo carajos lo hacía, nunca lo sentía, pero luego de negarse a gastar el montón de dinero y que él mayor le repitiera constantemente que era algo sin importancia, se lo empezó a quedar.

De hecho, ahora, contaba con una alcancía, por fin no veía tan lejos el plan de irse de la casa.

—— Entonces hoy vas a ir a su casa. —— el menor asintió ante las palabras de Juani.

—— Estás seguro. —— preguntó con preocupación Francisco.

—— Si, solo me da miedito que pueda pasar. ——

—— ¿Estás dispuesto a todo? ——

—— Si, pero yo no estoy seguro y si duele mucho. ——

—— Obvio te va a doler, es tu primera vez. —— se quejó Juani.

—— No lo hagas por presión, si Enzo hubiera querido eso te lo hubiera pedido desde hace rato, él ha manejado muy bien tu espacio personal, así que no lo hagas por presión hazlo por amor, es tu primera vez y debes estar seguro. ——

—— Ay, casi me pones a llorar. —— se quejó Juani mientras sostenía las manos de Matías. —— Matu, si quieres hacer algo con él, existe el juego previo, los besos y el roce. Franco tiene razón, solo hazlo cuando estés seguro. ——

—— Gracias. ——

La vida le había dado a Matu dos personas increíbles, el hombre agradece profundamente a quien sea que haya puesto a esos dos hombre en su camino, porque mierda, de haber estado con otro tipo de gente probablemente estaría de peor forma.

••••

Esteban iba en su Mclaren 650S, el color anaranjado llamando la atención de todos aquellos que lo veían, escuchando a todo volumen la música de la emisora, se había desconcentrado de su camino.

Pero cuando vio el semáforo en rojo freno, pero una persona no lo hizo, el semáforo en rojo fue ignorado por otra persona, la cual no vio como no vio los carros que tenía la vía y arrollando así a varios autos, todo fue en cuestión de minutos, pero había un accidente masivo frente a él.

Se hubiera ido, no era algo que le importará, pero uno tenía un trancón muy feo frente a él y dos, vio a una niña llena de sangre en un auto el cual estaba de cabeza.

No sabía porque pero esa niña le recordaba a alguien y sintió unas inmensas ganas de ayudarla, que cuando se dio cuenta ya estaba corriendo hacia ese auto en específico.

Llegó, con ambas manos arrancó la puerta; podría haberlo hecho con una, pero no quería llamar la atención; vio la niña la cual se encontraba inconsciente, puso los dedos en su cuello y suspiro aliviado al ver que tenía pulsó, pero cuando se fijó en las personas que se encontraban en la parte delantera del auto, noto que no contaron con la misma suerte.

—— Mierda. —— susurro y con sumo cuidado y precaución sacó a la niña del lugar, una paramédico se le acercó y estuvo a nada de regalarlo por haber actuado sin ser profesional en la situación, pero lo único que hizo Esteban fue arrebatarle el cuello ortopédico a la mujer y ponérselo a la niña como era debido, luego fue el turno de la camilla y luego de ponerla en ella con ayuda de la paramédico la llevaron a la ambulancia.

—— Usted debe ir con nosotros, al dar los primeros auxilios a una menor, si algo malo pasa queda a cargo. ——

—— Si ya se. —— Esteban se subió a la ambulancia y en ella empezó a llamar a Blas, ya que sabía que Enzo no le contestaría; a palabras del mismísimo diablo, debía ordenar muy bien la casa para Matías; Blas contestó después de la cuarta llamada.

—— Qué es lo que Quieres. —— se escuchó la somnolienta voz del contrario.

—— Necesito que vayas por mi auto, hubo un accidente y ahora voy camino al hospital. ——

Se escucharon las quejas y como pataleaba en la cama.

—— Me debes una muy grande, interrumpen el sueño. ——

—— Si, si, si, como sea, ve. ——

—— Ajam. ——

La llamada se cortó y Esteban suspiró con exasperación.

Se llevaron de manera rápida a la niña y una enfermera se acercó a él para tomar los datos de la niña.

—— Ya le dije que no sé, yo solo la vi colgada y la ayudé….. sí sé que debí esperar a la ayuda profesional, pero de haberlo hecho la niña ya estaría muerta y con las vértebras partidas. ——

—— Como sabe lo de las vértebras. ——

—— Señora yo sé lo que hago y para su información, soy profesional, ahora porque no va y le toma la huella dactilar a esa niña para saber si hay algún familiar. ——

—— Yo tengo el celular de las personas que iban delante. —— dijo la paramédico mientras extendía los celulares.

—— Yo me encargo de eso, ahora ve y ayuda a más personas. —— la mujer estaba a nada de reclamar y lo hubiera hecho de no ser por qué el hombre se había marchado dejándola con la palabra en la boca.

El celular tenía contraseña, pero él era un demonio, un celular con contraseña no era nada.

Cuando vio el contacto de “mi hijo Francisco” y la foto del amigo de Matías trago grueso.

Carajo, mejor iría a buscarlo, ese niño no merecía que le dijeran por teléfono que sus padres habían muerto y que su hermana probablemente no volvería a caminar.

••••

Pobre Fran :(

Chaito
Mua(⁠｡⁠ŏ⁠﹏⁠ŏ⁠)