The Rising Of The Shield Sorcerer

Capitulo 4: Esclavitud

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Debajo de la intensa lluvia, ambos hechiceros se encontraban descansando en un gran árbol

Kasumi estaria apoyada en el hombro del chico mientras llevaba encima suyo la "capa" o "tunica" del pelirosa. Todo esto mientras daba pequeños ronquidos.

Yūji por su lado, estaba revisando sus estadísticas recordando todo lo que hicieron el y la peliceleste anoche.

Ambos estuvieron hasta tarde peleando con aquellas criaturas que cuando se dieron cuenta de la hora, no tuvieron otra opción que quedarse a dormir a alas afueras ya que ninguna posada estaría abierta.

Matar y matar monstruos sin cesar hasta subir de nivel. Y apenas con todo eso, había logrado avanzar a un mísero nivel dos, por lo que aún tuvo que esforzarse.

Enfrente suyo, conservaría varias pieles de los monstruos que estuvo derrotando junto a la chica.

— Si no recuerdo mal... cada uno valía una moneda de cobre

Sin embargo, el sonido que hacían aquellos monstruos pelota moviendo los pastizales, interrumpiria su pensar. Sólo para que al alzar la mirada se encontrase a varios de estos.

Yūji pego un suspiro, y acomodando cuidadosamente a su compañera para que no se despierte. Este se levantaría mientras tronaba sus puños.

...

— Oye, Miwa, despierta –Yūji movió ligeramente a la chica, que lentamente empezó a abrir los ojos.

— ¿I-Itadori? –Kasumi se levantaría para despues pegar un bostezo frotando sus ojos. Aunque, esta noto que llevaba puesta la capa del pelirosa, ademas de la mirada agotada y las ojeras que tenía el chico, lo que significaba una cosa

— ¿Hmm? ¿Por que pones esa cara? –el pelirosa arqueo una ceja confundido observando a su compañera que lo miraba con el ceño fruncido mientras hacía un pequeño puchero.

— No pegaste el ojo en toda la noche ¿verdad? –la peliceleste lo diría con reproche.

Y allí Itadori cayó en cuenta de que era a lo que se refería.

— Tranquila... estuve vigilando que estos monstruos no nos hagan nada... Jeje –confesó Yūji rascando su nuca con pena

Kasumi negaria con la cabeza, a veces el chico era muy terco y eso solía preocuparla un poco. Esta pasaría a retirarse la túnica del chico para devolvérselo cosa que el agradeció. Y con ello, ambos se dispondrían a caminar hacia el pueblo.

...

— Tenía planeado que por ahora podríamos ir a vender todas estas pieles de los monstruos pelota –explico el pelirosa

— Ya veo, aunque, recuerdo que esa chica mencionó que valían una moneda de cobre – Miwa tomó su mentón pensativa, aunque aún le costaba entender un poco entender la moneda de ese mundo, sabía que las monedas de cobre eran las de menos valor.

— Es cierto, pero. Con lo que matamos ayer, no creo que sea un problema –terminó de decir mientras seguía con su camino.

Obviamente, las malas miradas, así como los comentarios algo crueles de los ciudadanos no se hicieron esperar.

Esto haría que Yūji frunciera un poco el ceño, ya se esperaba este tipo de cosas pero aun así, dolían... pero también, le preocupaba lo que pueda pasar con la percepción del pueblo hacia su compañera.