Lee Ji-hyun, todos en Saebom conocen su nombre, allá donde pasa tiene ojos detrás de ellas...Puede ser por su belleza, inteligencia o su personalidad.
Siendo el centro de dos personas. Lee Suho y Han Seo Jun, uno de ellos siendo su hermano ¿y el otr...
¡Ay! Esta imagen no sigue nuestras pautas de contenido. Para continuar la publicación, intente quitarla o subir otra.
ERA UN DÍA NORMAL EN EL DÍA DE LOS HERMANOS LEE, de camino a la escuela como de costumbre.
—El otro día llegaste tarde a casa, ¿qué pasó?—le pregunto Ji-hyun.
—Fui allí.—le contestó Suho con seriedad, así se había vuelto, alguien frío constantemente. Su hermana al contrario sólo lo era cuando se sentía atacada.
—Ya vi a Sooah, ¿luego irás a la tienda de cómics?—le pregunto Ji-hyun y este asintió.—Ahí te veo.
La chica se acercó con una sonrisa a sus amigas y al novio de una de ellas.
Admiraban a una chica que entraba, parecía ser nueva.
Las amigas fueron al salón, Sooah se sentaba por el centro y Ji-hyun a su lado, y al costado de ella, pegada en la pared Kang Soojin.
Sooah se encontraba haciéndose fotos con su novio.
Suho entró en el salón.
—Nuestro ángel Suho.—dijo Taehoon queriendo chocarle la mano pero este lo ignoró.—Espera, espera.—le dijo y Suho detuvo sus pasos.—¿Qué te pusiste?
Ji-hyun levantó la mirada de su teléfono para ver la chaqueta de su hermano, tenia una mancha, parecía una cara
—¿Es una tendencia?—le pregunto Ji-hyun aguantándose la risa.
—Que bien gusto amigo.—le dijo Taehoon y Suho se quitó el saco.
—¿Qué tiene en la espalda?—preguntó una chica.
—Creo que es maquillaje.—le contesto la amiga.
Suho miró la gran mancha en la chaqueta y salió del salón para luego entrar sin ella.
Al rato el señor Han entró con la chica que tanto habían admirado en la entrada.
—Les presento a nuestra nueva alumna...Lim Jukyung.—la presentó el maestro.—¿Quieres presentarte?
—Es un...placer.—dijo nerviosa moviendo la mano en forma de saludo.
—¡Qué bonita!—gritó Sooah y todos la animaron, excepto Suho obviamente.
—¡Ella subirá nuestro nivel como salón!—gritó uno de ellos.
—¡Sí!
—Hyun-kyu, Ahn Hyun-kyu, eso no es verdad.—le dijo el maestro Han al de gafas.—Para mi, todos ustedes son hermosos.—dijo el maestro poniéndose la mano en el pecho.
—Ay, sí claro.
—De lejos son bellos...y en la cercanía también.
—¡Ay, maestro, no!
—¿En verdad no tienen idea de lo bellos que son?—preguntó el maestro a todo el salón.—Tener 18 años es hermoso, y además es emocionante.—dijo con la mano en el pecho.—No necesitan ponerse tantos productos, ¿oíste Sooah?
